La Casa de Amélie

Me he recortado el pelo solo para que Amélie me vea como un chico decente. Hace tiempo que no la veo. Y sé que debe estar pensando lo peor de mi, luego de casi más de ocho meses sin saber de ella. Todos mis amigos dicen :"Dejala, si está tan lejos. Ya sabes lo que dicen de esos amores a la distancia Elli: Amor de lejos amor de...". Si, ya sé, ya sé. Y creanme que lo he pensado muchas veces. Dejarla, porque ya no se siente igual. Dejarla porque tiene una vida ya hecha sin mí, y creo que aquí yo estoy demás. Olvidarla, porque son millas las que nos separan, y no poder verla la ha hecho ver tan distante, tan lejana. ¿Qué se puede amar así? Creo que es cosas de locos. Y hablando de locos, creo que yo me incluyo en ese club porque no sé que hago buscándola.

Y ahora encontré a un total desconocido, que me dice que es amigo de Amé y me va a ayudar a llegar a ella. Por lo que veo estoy delirando, porque ahora estoy confiando en extraños. Le pregunté a dónde ibamos , y me dijo que vamos al desfile de modas de la nueva colección de Amélie. "Me invitó esta mañana. Y me habló de ti... no de la mejor manera (dijo entre dientes). La cosa es que vas conmigo, y si dice algo, pues yo le digo que yo te invité", me explicaba Anton.

Ya estamos en la puerta del salón del desfile. ¿Nervioso yo?... No sé si lo esté. Pero solo el pensar volverla ver, como estará vestida, si estará más linda, o si me repudiará. Nerviosísmo para mí, no creo... "¿Quiere algo de comer joven?", me preguntó un mesero. "No, yo paso", repliqué, por que la verdad no tenía ganas de comer, lo que siento es un vacío en mi estómago, pero a la vez estoy lleno, de aire.

***

Luces, cámara, acción... Música a todo volumen. Esto sí me gusta... ya mismo me meto a bailar en la pasaréla. Pero guardo la compostúra y recuerdo que no quiero hacer el ridículo, ni que Ame se abochorne de mí. Eeejem... Me siento, al lado mío Elliot, al cual llamaré Elli, porque suena cool.
Oye la verdad que Amé se pasó conmigo, primera fila y todo.

De repente todo se apagó. Ahora sólo una luz en la pasarela, por la cual salen estas tremendas modelos. ¡Pero Dios Mío, qué mujeres!Mejor dicho....MUJEROTAS, DIOSAS, ENCANTADORAS. Pero había de todo sabes, morenas, rubias, pelirrojas, pelos rizos, lacios, altas, bajitas, blancas, negras. Tremendos cuerpasos. La ropa estaba linda. Luego... el rojo se apoderó de ese espacio. Un traje hermoso, de ese color pasión. ¡CAMI! Mon Dieu! C'ést trés belle! Mi corazón a millón y por poco necesito llamar a una ambulancia.

"Diatre, la verdad que está bien buena" dijo un muchacho que estaba al lado. "Mira, tú cállate, si no quieres que se forme aquí en grande."
-Relájate Anton- exclamaba Elli mientras me ayudaba a sentarme de nuevo en mi asiento.
- Es que no quiero que la miren así... Ok!
- Bueno, hay que admitir que no está nada mal,- el comentario no le quedó bien y sabía que lo quería matar con la mirada- Pero solo tengo ojos para otra. ¿Por cierto, porqué te causa tanto estrés?
Le conté toda la historia. La verdad es que Cami se vé preciosa. ¡Qué estúpido soy! Gracias que pasó rápido porque la verdad me daban ganas de tirarme a ella y darle un beso en pleno desfíle. Parece que ese era el último traje. Ahora salió mi amiga, que para ser sincero se merece una ovación por su trabajo. Tan linda mi amiga. Se veía tan bella en ese vestido blanco.

***

Sin palabras, sin aliento. Simplemente angelical. Quería salir de aquel salón porque sentía como sin yo no fuese digno de estar ante su presencia. Porque sé que tal vez no merezco que ella me quiera. Se vé tan bien, tan triunfante. Entre esos aplauso que tanto se merece porque es... Ay no sé como explicarlo.

Tengo ganas de hablarle, de pedirle perdon. No ha notado mi presencia. Creo que es mejor que me vaya. No, no mejor me quedo, porque de hoy no pasa que le diga lo que siento. Elliot, cálmate, inhala paz, exhala ansiedad. Mejor espero a la fiesta después del desfile. Mi pelo, creo que está descente, aliento no pestilente. Me siento como un juicio en el cual espero sentencia. Oh diosa Venus , ten compasión de este que se desespera!