No pude aguantar más... llevo con esto como hace más de diez meses, y tengo la cabeza hecha un revolvú. Así fui a visitar a Amélie, porque la extraño y hace tiempo no hablamos. Claro que, a lo mejor ella sabe de Cami.Aunque yo sé de Cami, pero no le puedo decir a Cami, porque si le digo a Cami, en tremendo lío que me meto. En estas cosas de mujeres es mejor preguntarle a otras mujeres. Sé que con Ame no hay problema. Así que me fui para su estudio.
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A las tres de la mañana recibo una llamada. Me levanté muy asustada, pensado que algo malo ha ocurrido.
-¿Amélie, estas ahí?- escuché por el teléfono. Era la voz de Juliette, muy asustada y tensa, como si algo horrible le hubiese ocurrido.
-¿Julie?... ¿Qué sucede amiga? ¿Estás bien?- pregunté muy preocupada para el tono de voz de mi amiga.
- Por favor… ¿Puedo hablar contigo en algún lado, o ir a tu casa?-realmente me preocupa mucho mi amiga, ya me estaba poniendo tensa. La invité a pasar por mi casa. A los quince minutos escuché que tocaba a mi puerta. La abrí y recibí a mi amiga. Pero Juliette se veía muy rara, triste, angustiada, preocupada. No pasaron cinco segundos cuando me dio un abrazo, lleno de lágrimas y sollozos desconsolados.
Juliette es una chica joven, como yo, de solo veinte años. Bonita, una niña de su casa, que le encanta la fotografía y la naturaleza. Su sueño siempre ha sido llegar a ser una fotógrafa profesional, viajar a muchos lugares, y casarse después de los 30 años, aunque a veces no cree en esas cosas del amor. Usualmente es una chica muy alegre, el alma de la fiesta. Por eso lo que le sucede no es común en ella. Llegué a pensar que estaba enferma.
-Toma…- le dije mientras le ofrecía una taza de té de tila. Se lo tomó muy deprisa, con las manos temblorosas.- Ahora, cuéntame lo que te pasa Julie. Me tienes en ascuas.
- Ame… sé que me vas a matar. Pero no se ssssiii – la voz le temblaba de tanto del nerviosismo.
- ¿Si qué Julie?
-Si estoy embarazada.
Hubo un silencio, y las dos nos miramos fijamente. Ella con lagrimas en los ojos, yo con un vació en el estomago. ¿Mi mejor amiga embarazada? Lo de Phil no me extrañaba tanto, pero de Julie… Me levante de mi silla. No la quería mirarla, no que me diera vergüenza, era para que no viera lo preocupada que estaba por ella. Eso la pondría mucho mas tensa.
Tres y media de la mañana y aún el silencio reinaba. Ella tan solo lloraba. No puede mas con mi frialdad- no tengo corazón para eso-, la tuve que consolar. Me dije a mi misma: Amélie, no seas estúpida, ella es tu mejor amiga, y te necesita hoy más que nunca. Fui hacia el sofá a sentarme junto a ella. La abracé, llore junto a ella. Se que le era muy difícil confesarme esto. Ella sabe muy bien mi posición sobre este tema. No porque sea un pecado o malo. Porque si fuese tan malo, no lo estuviesen haciendo tantos jóvenes. Pero pienso que es un poquito mejor mantener bien cerraditas las piernas para que cosas como estas no sucedan. Porque claro, la que tiene la carga es la mujer. El hombre muy fácilmente te puede decir, ese hijo no es mió, se va y te deja con el regalito. Tanta cosa por solo una noche de hormonas revueltas.
Pero dejando eso a un lado, me enfoco en la situación de mi amiga. Ya lo hecho, hecho está. “No estoy segura de si lo estoy, pero entiende Ame…estoy muy asustada”- me dijo, al menos eso fue lo que se entendió entre sus lagrimas. “¿Te haz realizado una prueba?”-le pregunte, y la respuesta inmediata fue un no.
Yo fui a buscar mi bolso, y la invité a salir del sofá para ir a la farmacia mas cercana. Suena un poco cruel, pero soy su amiga. ¿No creen que es mejor saber la respuesta a una pregunta que nos agobia tanto? Y esta se responde con palabras de una silaba. Puede ser un si, como puede ser un no. Mientras nos cobraban la prueba la cajera nos miraba como que, “en lo que se ha metido una de estas”. Me fije en su mirada y le respondí con una de esas que dice en palabras finas: “no te importa lo que aquí sucede”.
A las cuatro de la mañana regresamos a mi apartamento. Julie fue al ba~o a hacer todo lo de la prueba. “Ya todo esta listo, lo que queda es esperar”. Yo la invite a otro té. Nos sentamos las dos esperando por la prueba. Le pregunte “¿Que harás si el resultado es positivo?”
-No sé, realmente no sé. Yo quiero seguir estudiando esto que me apasiona. Pero terminar esta carrera con alguien nuevo en el camino, alguien por quien cuidar, se ve difícil y complicado. Viajar se vería tan lejano. No sé chica… no sé.- Pude notar que un lagrima caía de sus ojos mientras tomaba un sorbo de su té.
-¿Y el padre?
-Pues… no sé donde está ahora mismo. Es mas… no estoy segura si me quiere de verdad.- Sentí como si mejor no hubiese hecho esa pregunta. Pero en estes momento hay que ser realistas. – Pero una cosa si te digo Ame, yo voy a querer a esa criatura como nunca he amado a otra persona. Va a ser mi motivo de vivir y seguir adelante.
En esos momentos vi como los ojos de Juliette se llenaban de luz, de una mujer responsable, de una chica madura. La admire por su valentía. Ya paso el tiempo, y podíamos saber el resultado de la prueba. Nos dirigimos al baño. La acompañé por si necesitaba de mi apoyo. Pero yo sentía decirle algo a mi querida amiga antes de que conociera la respuesta. En el umbral de la puerta del baño tome el brazo de Juliette y le dije:
“Perdona si he sido muy fría en todo esto. Pero quiero que sepas que pase lo que pase, estaré contigo en todo momento. Sabes que puedes contar conmigo. Pase lo que pase no dejaras de ser mi amiga. Sabes que eres como una hermana para mi. Y la criatura, pues será como un sobrino o una sobrina”. Por primera ves en toda la madrugada vi una sonrisa en el rostro de Juliette. Ella con fuerza y valentía se dirigió hacia donde se encontraba la prueba, la tomó en sus manos mientras cerraba los ojos. Una parte de mi solo pensaba que esto se pudo haber evitado. Julie abrió sus ojos, miró la prueba y suspiró…
Suena la alarma de mi reloj despertador. Me levante muy ajetreada. Mire a mi alrededor, no estaba Juliette, ni cajas de pruebas de embarazo en el bote de basura de mi baño. Quizás todo fue un sueño. Hoy vi a Juliette, siempre sonriente, todo bajo control. Con un futuro por delante, y con muchas ganas de verlo realizarse.
Canción para ser escuchada: “What If” - Coldplay
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Llegando a Paris encuentro en la puerta de mi casa una nota la cual dice:
“Amélie, te he estado buscando durante el fin de semana. Por favor llámame, tenemos que hablar y vernos. Es urgente. Atentamente: Camille.”
Ah, Camille! Hace mucho tiempo no se de ella. Es una de mis grandes amigas la cual no veo hace mucho tiempo. En seguida la llame y la invite a almorzar a en mi casa. Estaba completamente cambiada y madura. Nos sentamos a hablar y ha chistear de los viejos tiempos. Yo le cuanto de lo que me ha sucedido en este año, y ella me cuenta de los suyo. De repente hubo un silencio en la conversación… “Cami… ¿Qué te sucede?, Por cierto, ya no me hablas de Antón”. Antón , Cami y yo éramos buenos amigos. Pero la amistad se basaba más en ellos dos. Si, de esos amigos que se abrazan cuando ella llora, y el la defiende. Para ser honesta siempre me hubiese gustado verlos ser mas que amigos. Parece que cuando dije el nombre de Antón el silencio se hizo mas frío, pero Cami quería decir algo “De eso justamente quería hablarte”.
-Ajaaaaaa… cuentame, ¿Que paso?
- Pues sabes que tiene novia.- Me dijo un poco rara.
-No, no lo sabia, pero que bueno por el, ¿no?- Por como se veía su cara la respuesta era un no lleno de tristeza y dolor.
-Ame… a mí…
-A ti…?
-Creo que estoy…
-¿Estas?, por favor no digas embarazada porque aquí si que me da un ataque
-No chica, ¿como crees?... Creo que… estoy enamorada de Antón.
-¿Que?- Claro que ese que fue uno lleno de sarcasmo. Claro que yo ya me lo imaginaba.- Yo ya lo sabia Cami, por favor, dime algo nuevo.
“¿Como que ya lo sabias?”, pregunto Cami. Valga la aclaración, Cami es de las personas que no se dan cuenta de lo que sucede a su alrededor hasta cinco meses después de que suceden o comienzan a suceder. “Cami, siempre haz estado enamorada de el, y no te habías dado cuenta hasta ahora. Y lo peor de todo es que tuviste la oportunidad de que fueran algo, pero… noooooooooooo. Cami, el estaba sumamente enamorado de ti, parecía otra persona, pero seguía siendo el mismo Antón de siempre. Contigo el podía ser el pero una versión mas pulida”- termine de confesarle. Camille estaba a punto de llorar. No me gusta verla así. Se muy bien porque no quiso darle una oportunidad a Antón. Ella no quería dañar su amistad.
No me quedo más remedio que consolarla. “Y lo peor de todo es que no se porque me pongo celosa, porque lloro con tan siquiera leer o escuchar su nombre. Y lo extraño Ame, lo extraño mucho. Y ya no hablamos”. Vamos a poner los puntos sobre las i… Vamos a hacer un club de todas las que estamos en contra de las novias toxicas y los tontos que se dejan manipular, o por los amigos que una vez tienen novia dejan de ser tus amigos. Pero, continuando con la historia… “Eso que creo que sientes es que estas enamorada de el. Siempre lo estuviste Cami. Como lo mirabas, mejor dicho, como se miraban, como hablaban, se abrazaban, como llorabas en sus brazos, como bailabas con el, era muy diferente tu trato con comparado con los demás”. Aquí se desataron los llantos, y trate de suavizar la cosa. Esta situación me acuerda a algo. “Yo se como se siente Cami. A mi me paso lo mismo”. “¿Con Jean?”- pregunto la inocente. Mi mirada lo dijo todo. “¿Entonces con Elliot?”- no pude evitar sonrojarme una vez escuche ese nombre. “Si Cami, con Elliot”.
Sucede que Elliot y yo eramos buenos amigos. El me caía muy tremendamente bien, pero para el tiempo en el cual lo empecé a conocer, Jean estaba como una venda en mis ojos. Una vez Jean fuera de mi vida, Elliot quiso hacer el acercamiento. Yo no quería nada con nadie. De relaciones no quería saber en buen tiempo. Pero todo me llevaba a Elliot, y de repente todo trataba de el. Hablábamos mucho, y se volvió parte de mi. Pero yo no quería una relación, y la distancia llevo a que, pues… el, encontrara a alguien.
-“Cuando me entere que Elliot tenia novia, fue como si el mundo se viniese abajo. Como si parte de mi se derrumbara. Pero… yo quería que el fuese feliz. Yo no quería admitir que me gustaba”.
-¿No lo sabias?... ¿Y como te distes cuenta?
- Chris me hizo darme con esa pared.
“No seas idiota Ame… estas que te babeas por Elliot”- grito rotundamente Chris. “Pero no chico, no puede ser”- reclame. “Es de todo lo que hablas, y ahora que otra lo tiene, te echas a llorar como una Magdalena, no te quejes”. “Ok… ok… si , me gusta.Y se que fui un poco tonta al no decirlo antes. Yo misma pude haber evitado esto. Y ahora… ¿que hago?”.
-Lo único que te puedo decir querida Cami, es el consejo que me Chris un día me dio.
-¿Cuál?
-Escucha bien tu corazón.
Una noche no podía más. La angustia era tanta, y los estupidos celos no me dejaban en paz. Recibí una llamada de Elliot. “Tengo que decirte algo”- dijimos los dos a la vez. Yo opte por empezar. “Elliot, tu… creo que tu…”- tartamudeaba, mariposas en mi estomago. “Aja…crees que yoooo?”- decia Elliot medio nervioso. Luego de media hora temblando de miedo le dije “Elliot, creo que tu… me gustas”. Hubo un silencio, a lo cual pense que se habia caido la llamada. De hecho el engancho. Al minuto volvio a sonar mi telefono. “No tienes que decir nada Elliot, yo facilmete puedo olvidar que todo esto sucedió y…”
- ¡Ame, Ame, Ameeeeeeeee!- Eliott intentaba de hablar.
- ¿Qué?...
- ¿Por qué no me lo dijistes antes? Sabes que me gustabas.-Al escuchar esas palabras se me enfrió el alma.
- Tenia miedo.
- ¿Miedo de que?
- De Salir herida, de que yo no te gustara, de perder tu amistad.
“Vez Cami, creo que te entiendo mas de lo que crees”- le dije quitando las lagrimas de sus ojos. “Si pero… ¿que paso?”- ella estaba muy intrigada con la historia. Luego de una llamada llena de llanto por la estupidez que ambos habíamos cometido, Elliot continuo llamándome mas a menudo. Yo trataba de olvidarlo, para que solo fuésemos amigos, y el siguise con su amada. Aunque eso se podía considerar masoquismo. El resto es historia
“Por eso te digo Cami, háblale. Llámalo. Dile como te sientes. Tal vez el si sienta algo por ti. Que si el te quiere o no te quiere lo importante es que nunca dejen de ser los mejores amigos que eran. Yo pienso que el va a entender”.
Camille termino de comer el postre, nos reimos un poco mas de todas las aventuras de los viejos tiempos. Y se fue, se fue con mas fuerza, mas enamorada. “Se lo diré Ame, gracias amiga”.
-“¡Suerte!”
- Por cierto, ¿que era lo que te queria decir Elliot en esa llamada?
-Que siempre me había querido.
Porque nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes.
Canción para ser escuchada: “Día normal”- Juanes
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Envoltura
¿Sabes de qué tengo antojos?, preguntó Alondra. ¿De qué?, le respondí. De un delicioso pastel- contestó Alondra. Nos dirigimos a la repostería mas cercana, bueno, en esta parte de la cuidad hay tremendas reposterías. Aquí se encuentran pasteles exquisitos. Entramos a una repostería la cual estaba repleta de gente que se veía muy contenta. Le dimos una ojeada a los pasteles que estaban en la vitrina…umm… chocolate, frutas, crema… todo se veía tan delicioso. De repente se escucha la voz de un muchacho quien muy amable se ofreció a atendernos. Cuando realmente nos fijamos en su rostro, era el complemento perfecto para tan ricos pasteles. Pelo largo, pero no tan largo,- ¿me entienden?-... Así como a la media adecuada. Ojos marrones, cara de porcelana… “Eros”… llego a suspirar Alondra, comentario al que respondí con una risa interna.
Fue inevitable sonrojarnos. Él con una sonrisa de oreja a oreja nos preguntó que pastel queríamos. Yo, como estaba indecisa… le pregunté: ¿Cuál me recomiendas?
Él con la misma sonrisa contestó: Esta tarta de frutas es muy buena. Pero mi favorito es este pastel de chocolate.
- Umm chocolate, me encanta el chocolate.- Dije pensando en voz alta.
- A mi también, es mi dulce favorito- respondió el chico pastelero. Mientras, sentía que algo me quemaba la espalda, y era Alondra que quería matarme con la mirada.
“Pues yo no como chocolate, pero me encantan las fresas, así que yo elijo esa tarta” ordenó Alondra un poco molesta. “De todas las frutas la fresa es la que mas me gusta”, respondió el chico sumamente adorable. Ok, así que estamos a la par, y las dos muy felices. Comimos nuestros pasteles a la vez que mirábamos al chico de reojo. Pedimos la cuenta, y cuando fuimos a pagar Alondra no pudo evitar preguntar: “¿Dónde estudias?”, da la casualidad que estudia música en la misma universidad donde nostras estudiamos. “Aaaahhh” alcanzamos a responder ambas. “¿Y que instrumento tocas?”, le pregunte casi automáticamente, a lo que sonrió y me contestó “guitarra”. “Oooooooooooooooohhh… tremendo”- fue todo lo que llegue a decir mientras nos despedimos de él y nos dijo “Que vuelvan pronto y espero verlas por la Universidad”. Claro… le respondimos con un nervioso “¡Igualmente!”. Justo cuando salimos a la calle, nos entro un mal de risas, que casi nos asfixiamos.
-¡Nena…Que bellooooo!... gritó Alondra. La gente a nuestro alrededor nos miraba como si estuviésemos locas. “Alondra ese es el Giovanni que yo tanto espero, el hombre perfecto”. “Siiiiiiii Ame… bello, músico, que te cocine un rico pastel de chocolate cuando tengas hambre”. Jajajajajajajajajajajaja, sin respiración una vez más. La vida se pasa así junto a mi amiga Alondra, entre risas. Con ella me pasan las cosas más raras que se pueda imaginar.
Llegó Sonia, y al vernos rojas como dos tomates en ensalada, le tuvimos que contar todo lo que nos paso. Caminando por la ciudad, nos encontramos a Gustav el cual nos invita a una fiesta. Todas, incluyendo a Lulu, Lucia y Marta, nos preparamos para pasar nuestra ultima noche en Madrid a lo máximo. Traje corto rojo, zapatos negros, la combinación perfecta para salir a festejar. Entramos a la fiesta y entre un mar de gente un rostro se me hacia conocido. Era como ver un espejismo… pero no … era real. Me miró, con cara de asustado, y con deseos de largarse de esa casa. Si, era Jean. Qué hace aquí no tengo ni la mas mínima idea. Y allí estaba, no le quedo otro remedio más que saludarme y retirarse ligeramente al lado que la mesa del ponche. Todas me miraron, y Sonia me tomó por el brazo y me dijo, ve, habla con él, te sentirás mucho mejor. Sonia siempre dice cosas muy sabias, pero hoy no sé lo que le pasa. Creo que ella respiraba el aire de tensión que salía por mis poros, de rabia, de ganas de matarlo. “Respira Ame, y camina”. Antes de pensarlo una vez más me dirigí hacia la mesa del ponche. Tomé un vaso y me serví un poco. A mi lado, Jean, de espaldas, respirando con dificultad, nervioso, manos temblando, de tanta palidez se veía que hasta el alma le temblaba.
¡Hola!, lo salude como a cualquier otro hijo de vecino. “Ahora reclámale Ame… ahora… hazlo… shhhhhhhhhhhhhhh no… eso no, mi dignidad es primero” me decía por dentro. Me comporte, no hubo reclamos. Fue solo una conversación entre dos conocidos. ¿Para que reclamarle, si de lo que sucedió ya van casi dos años? Pero el aun tiembla… y no me mira a los ojos… no me quiere mirar, y se muerde los labios como cuando estaba nervioso o me quería besar. No hablamos de amores, no platicamos del pasado. Me sentí muy orgullosa de mi misma, porque encontré el valor de mirarlo a los ojos, y decirle con eso que no tengo miedo, que puedo enfrentarlo, que yo me valoro, y que sigo siendo la misma. “Te deseo lo mejor en la vida y que seas muy feliz”, le dije dándole la mano firmemente y mirándolo fijamente a los ojos. Aun trataba de escapar de mi mirada. Camine hacia donde estaban las chicas, las cuales me esperaban para darme apoyo emocional por si las moscas. Pero no lo necesite. Al fin y al cabo no valía la pena los reclamos, de preguntarle si de verdad me amó, o si todo fue una apuesta. Sentía alegría de mostrarle que estoy bien, que no he llorado por él, que sigo viviendo. Creo que volverlo a ver me hizo cerrar esa herida que tenia abierta y que no me permitía seguir adelante. Después de todo, Sonia no estaba tan equivocada. Hoy me di cuenta que ya todo paso y que hay mucho por delante y que ya no me importa.
Por que la envoltura a veces parece ser bella, pero arropa lo mas temido, oscuro y maligno que pueda existir.
Que a veces es muy importante reparar los rasguños de la envoltura para que sea mas bello el regalo.
Canciones para ser escuchadas:"Sweet Dreams (Are Made of This)" - Eurythmics
"Mientes"- Camila
"Smile" - Lily Allen
Posted in Alondra, Amélie, Diarios de un Viaje, Envoltura, Jean, Lucía, Marta, Sonia