Envoltura

lunes, 7 de junio de 2010 4:20 p. m. Publicado por naylen03

¿Sabes de qué tengo antojos?, preguntó Alondra. ¿De qué?, le respondí. De un delicioso pastel- contestó Alondra. Nos dirigimos a la repostería mas cercana, bueno, en esta parte de la cuidad hay tremendas reposterías. Aquí se encuentran pasteles exquisitos. Entramos a una repostería la cual estaba repleta de gente que se veía muy contenta. Le dimos una ojeada a los pasteles que estaban en la vitrina…umm… chocolate, frutas, crema… todo se veía tan delicioso. De repente se escucha la voz de un muchacho quien muy amable se ofreció a atendernos. Cuando realmente nos fijamos en su rostro, era el complemento perfecto para tan ricos pasteles. Pelo largo, pero no tan largo,- ¿me entienden?-... Así como a la media adecuada. Ojos marrones, cara de porcelana… “Eros”… llego a suspirar Alondra, comentario al que respondí con una risa interna.

Fue inevitable sonrojarnos. Él con una sonrisa de oreja a oreja nos preguntó que pastel queríamos. Yo, como estaba indecisa… le pregunté: ¿Cuál me recomiendas?

Él con la misma sonrisa contestó: Esta tarta de frutas es muy buena. Pero mi favorito es este pastel de chocolate.

- Umm chocolate, me encanta el chocolate.- Dije pensando en voz alta.

- A mi también, es mi dulce favorito- respondió el chico pastelero. Mientras, sentía que algo me quemaba la espalda, y era Alondra que quería matarme con la mirada.

“Pues yo no como chocolate, pero me encantan las fresas, así que yo elijo esa tarta” ordenó Alondra un poco molesta. “De todas las frutas la fresa es la que mas me gusta”, respondió el chico sumamente adorable. Ok, así que estamos a la par, y las dos muy felices. Comimos nuestros pasteles a la vez que mirábamos al chico de reojo. Pedimos la cuenta, y cuando fuimos a pagar Alondra no pudo evitar preguntar: “¿Dónde estudias?”, da la casualidad que estudia música en la misma universidad donde nostras estudiamos. “Aaaahhh” alcanzamos a responder ambas. “¿Y que instrumento tocas?”, le pregunte casi automáticamente, a lo que sonrió y me contestó “guitarra”. “Oooooooooooooooohhh… tremendo”- fue todo lo que llegue a decir mientras nos despedimos de él y nos dijo “Que vuelvan pronto y espero verlas por la Universidad”. Claro… le respondimos con un nervioso “¡Igualmente!”. Justo cuando salimos a la calle, nos entro un mal de risas, que casi nos asfixiamos.

-¡Nena…Que bellooooo!... gritó Alondra. La gente a nuestro alrededor nos miraba como si estuviésemos locas. “Alondra ese es el Giovanni que yo tanto espero, el hombre perfecto”. “Siiiiiiii Ame… bello, músico, que te cocine un rico pastel de chocolate cuando tengas hambre”. Jajajajajajajajajajajaja, sin respiración una vez más. La vida se pasa así junto a mi amiga Alondra, entre risas. Con ella me pasan las cosas más raras que se pueda imaginar.

Llegó Sonia, y al vernos rojas como dos tomates en ensalada, le tuvimos que contar todo lo que nos paso. Caminando por la ciudad, nos encontramos a Gustav el cual nos invita a una fiesta. Todas, incluyendo a Lulu, Lucia y Marta, nos preparamos para pasar nuestra ultima noche en Madrid a lo máximo. Traje corto rojo, zapatos negros, la combinación perfecta para salir a festejar. Entramos a la fiesta y entre un mar de gente un rostro se me hacia conocido. Era como ver un espejismo… pero no … era real. Me miró, con cara de asustado, y con deseos de largarse de esa casa. Si, era Jean. Qué hace aquí no tengo ni la mas mínima idea. Y allí estaba, no le quedo otro remedio más que saludarme y retirarse ligeramente al lado que la mesa del ponche. Todas me miraron, y Sonia me tomó por el brazo y me dijo, ve, habla con él, te sentirás mucho mejor. Sonia siempre dice cosas muy sabias, pero hoy no sé lo que le pasa. Creo que ella respiraba el aire de tensión que salía por mis poros, de rabia, de ganas de matarlo. “Respira Ame, y camina”. Antes de pensarlo una vez más me dirigí hacia la mesa del ponche. Tomé un vaso y me serví un poco. A mi lado, Jean, de espaldas, respirando con dificultad, nervioso, manos temblando, de tanta palidez se veía que hasta el alma le temblaba.

¡Hola!, lo salude como a cualquier otro hijo de vecino. “Ahora reclámale Ame… ahora… hazlo… shhhhhhhhhhhhhhh no… eso no, mi dignidad es primero” me decía por dentro. Me comporte, no hubo reclamos. Fue solo una conversación entre dos conocidos. ¿Para que reclamarle, si de lo que sucedió ya van casi dos años? Pero el aun tiembla… y no me mira a los ojos… no me quiere mirar, y se muerde los labios como cuando estaba nervioso o me quería besar. No hablamos de amores, no platicamos del pasado. Me sentí muy orgullosa de mi misma, porque encontré el valor de mirarlo a los ojos, y decirle con eso que no tengo miedo, que puedo enfrentarlo, que yo me valoro, y que sigo siendo la misma. “Te deseo lo mejor en la vida y que seas muy feliz”, le dije dándole la mano firmemente y mirándolo fijamente a los ojos. Aun trataba de escapar de mi mirada. Camine hacia donde estaban las chicas, las cuales me esperaban para darme apoyo emocional por si las moscas. Pero no lo necesite. Al fin y al cabo no valía la pena los reclamos, de preguntarle si de verdad me amó, o si todo fue una apuesta. Sentía alegría de mostrarle que estoy bien, que no he llorado por él, que sigo viviendo. Creo que volverlo a ver me hizo cerrar esa herida que tenia abierta y que no me permitía seguir adelante. Después de todo, Sonia no estaba tan equivocada. Hoy me di cuenta que ya todo paso y que hay mucho por delante y que ya no me importa.

Por que la envoltura a veces parece ser bella, pero arropa lo mas temido, oscuro y maligno que pueda existir.

Que a veces es muy importante reparar los rasguños de la envoltura para que sea mas bello el regalo.

Canciones para ser escuchadas:"Sweet Dreams (Are Made of This)" - Eurythmics

"Mientes"- Camila

"Smile" - Lily Allen

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