A las tres de la mañana recibo una llamada. Me levanté muy asustada, pensado que algo malo ha ocurrido.
-¿Amélie, estas ahí?- escuché por el teléfono. Era la voz de Juliette, muy asustada y tensa, como si algo horrible le hubiese ocurrido.
-¿Julie?... ¿Qué sucede amiga? ¿Estás bien?- pregunté muy preocupada para el tono de voz de mi amiga.
- Por favor… ¿Puedo hablar contigo en algún lado, o ir a tu casa?-realmente me preocupa mucho mi amiga, ya me estaba poniendo tensa. La invité a pasar por mi casa. A los quince minutos escuché que tocaba a mi puerta. La abrí y recibí a mi amiga. Pero Juliette se veía muy rara, triste, angustiada, preocupada. No pasaron cinco segundos cuando me dio un abrazo, lleno de lágrimas y sollozos desconsolados.
Juliette es una chica joven, como yo, de solo veinte años. Bonita, una niña de su casa, que le encanta la fotografía y la naturaleza. Su sueño siempre ha sido llegar a ser una fotógrafa profesional, viajar a muchos lugares, y casarse después de los 30 años, aunque a veces no cree en esas cosas del amor. Usualmente es una chica muy alegre, el alma de la fiesta. Por eso lo que le sucede no es común en ella. Llegué a pensar que estaba enferma.
-Toma…- le dije mientras le ofrecía una taza de té de tila. Se lo tomó muy deprisa, con las manos temblorosas.- Ahora, cuéntame lo que te pasa Julie. Me tienes en ascuas.
- Ame… sé que me vas a matar. Pero no se ssssiii – la voz le temblaba de tanto del nerviosismo.
- ¿Si qué Julie?
-Si estoy embarazada.
Hubo un silencio, y las dos nos miramos fijamente. Ella con lagrimas en los ojos, yo con un vació en el estomago. ¿Mi mejor amiga embarazada? Lo de Phil no me extrañaba tanto, pero de Julie… Me levante de mi silla. No la quería mirarla, no que me diera vergüenza, era para que no viera lo preocupada que estaba por ella. Eso la pondría mucho mas tensa.
Tres y media de la mañana y aún el silencio reinaba. Ella tan solo lloraba. No puede mas con mi frialdad- no tengo corazón para eso-, la tuve que consolar. Me dije a mi misma: Amélie, no seas estúpida, ella es tu mejor amiga, y te necesita hoy más que nunca. Fui hacia el sofá a sentarme junto a ella. La abracé, llore junto a ella. Se que le era muy difícil confesarme esto. Ella sabe muy bien mi posición sobre este tema. No porque sea un pecado o malo. Porque si fuese tan malo, no lo estuviesen haciendo tantos jóvenes. Pero pienso que es un poquito mejor mantener bien cerraditas las piernas para que cosas como estas no sucedan. Porque claro, la que tiene la carga es la mujer. El hombre muy fácilmente te puede decir, ese hijo no es mió, se va y te deja con el regalito. Tanta cosa por solo una noche de hormonas revueltas.
Pero dejando eso a un lado, me enfoco en la situación de mi amiga. Ya lo hecho, hecho está. “No estoy segura de si lo estoy, pero entiende Ame…estoy muy asustada”- me dijo, al menos eso fue lo que se entendió entre sus lagrimas. “¿Te haz realizado una prueba?”-le pregunte, y la respuesta inmediata fue un no.
Yo fui a buscar mi bolso, y la invité a salir del sofá para ir a la farmacia mas cercana. Suena un poco cruel, pero soy su amiga. ¿No creen que es mejor saber la respuesta a una pregunta que nos agobia tanto? Y esta se responde con palabras de una silaba. Puede ser un si, como puede ser un no. Mientras nos cobraban la prueba la cajera nos miraba como que, “en lo que se ha metido una de estas”. Me fije en su mirada y le respondí con una de esas que dice en palabras finas: “no te importa lo que aquí sucede”.
A las cuatro de la mañana regresamos a mi apartamento. Julie fue al ba~o a hacer todo lo de la prueba. “Ya todo esta listo, lo que queda es esperar”. Yo la invite a otro té. Nos sentamos las dos esperando por la prueba. Le pregunte “¿Que harás si el resultado es positivo?”
-No sé, realmente no sé. Yo quiero seguir estudiando esto que me apasiona. Pero terminar esta carrera con alguien nuevo en el camino, alguien por quien cuidar, se ve difícil y complicado. Viajar se vería tan lejano. No sé chica… no sé.- Pude notar que un lagrima caía de sus ojos mientras tomaba un sorbo de su té.
-¿Y el padre?
-Pues… no sé donde está ahora mismo. Es mas… no estoy segura si me quiere de verdad.- Sentí como si mejor no hubiese hecho esa pregunta. Pero en estes momento hay que ser realistas. – Pero una cosa si te digo Ame, yo voy a querer a esa criatura como nunca he amado a otra persona. Va a ser mi motivo de vivir y seguir adelante.
En esos momentos vi como los ojos de Juliette se llenaban de luz, de una mujer responsable, de una chica madura. La admire por su valentía. Ya paso el tiempo, y podíamos saber el resultado de la prueba. Nos dirigimos al baño. La acompañé por si necesitaba de mi apoyo. Pero yo sentía decirle algo a mi querida amiga antes de que conociera la respuesta. En el umbral de la puerta del baño tome el brazo de Juliette y le dije:
“Perdona si he sido muy fría en todo esto. Pero quiero que sepas que pase lo que pase, estaré contigo en todo momento. Sabes que puedes contar conmigo. Pase lo que pase no dejaras de ser mi amiga. Sabes que eres como una hermana para mi. Y la criatura, pues será como un sobrino o una sobrina”. Por primera ves en toda la madrugada vi una sonrisa en el rostro de Juliette. Ella con fuerza y valentía se dirigió hacia donde se encontraba la prueba, la tomó en sus manos mientras cerraba los ojos. Una parte de mi solo pensaba que esto se pudo haber evitado. Julie abrió sus ojos, miró la prueba y suspiró…
Suena la alarma de mi reloj despertador. Me levante muy ajetreada. Mire a mi alrededor, no estaba Juliette, ni cajas de pruebas de embarazo en el bote de basura de mi baño. Quizás todo fue un sueño. Hoy vi a Juliette, siempre sonriente, todo bajo control. Con un futuro por delante, y con muchas ganas de verlo realizarse.
Canción para ser escuchada: “What If” - Coldplay
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