Venus


2
Es extraña esta llamada de Ame. Me llamó para que yo, osea.. YO... Camille Tulú modele en su desfile de modas esta noche. Yo ya tenía planeado ir a la actividad, porque no me quiero perder ni una de las colecciones de mi mejor amiga. La verdad que la chica tiene talento. ¿Pero yo?.... ¿DE MODELO? Uff.. la verdad que la Ame aveces se pasa de optimista.

"No te preocupes Cami... ya verás que te verás espectacular. No te arrepentirás. Te lo prometo", bueeeeeeeeeno si ella lo dice y insiste tanto. Así que le dije que sí. Y no puedo cree que eso fue hace solo unas cuantas horas atrás, y ahora estoy en esta silla en la cual tengo como veinte personas encima de mi maquillándome. Que si nerviosa.... NERVIOSISIMA. Me tiemblan las piernas, las manos, todo el cuerpo. Cuando por fin terminan de maquillarme y puedo respirar un poco mejor, llega Ame con un vestido largo de color rojo. Ella con una sonrisa de oreja a oreja me dice: "Este es tu vestido Cami". Me quedé WOW! Esta sumamente bello. Me lo puse y al caminar las suaves telas se movían como si fuesen llevas por una suave brisa. Se siente como tan libre.

"Gracias Ame. Pero... no tenías que escogerme a mí", le dije con emoción. "Ay no te preocupes Cami, si es que yo sé que a ti te quedaba este vestido. Y sé que vas a hacer que luzca de maravilla", respondió con una sonrisa de esas que detrás de ellas hay algo envuelto. Miré a Amé y le dije "Ok... ¿qué está pasando?"... "Nada, nada, chica tu no te preocupes que todo va a salir bien", ummm... no sé porqué pero tengo la leve sospecha de que esta noche va a suceder algo, no sé si bueno o malo.
***
¡Cómo pasa el tiempo! La verdad que no sé ni como hallé tanta inspiración para esta colección. Creo que fue el viajar, y visitar nuevos lugares. Tal vez el ver otras tierras, respirar nuevos aires. Encontrarme a mí misma. Y eso mismo es lo que quiero decir en este traje. Chiffon, una tela suave, lijera y ... eso es justamente lo que necesita, porque así me siento. Libre como el chiffon que toma la forma que el viento le da. Y rojo... color del amor, la pasión, la independencia, la seguridad en sí mismo. Todo eso... el rojo es sentirse como algo importante, como alguien que marca sus pasos y su presencia no es pasada por alto.

Cami llevará este vestido, porque quiero que él la note. Que él sepa que ella está bien. Que pueda decir" mira de lo que te pierdes queridito Anton", sin que una sola palabra salga de sus labios. Que Cami tenga la oportunidad que yo quisiera tener. Pero por lo que veo para mí será un poco imposible.

Se lo entregué a Cami, para que se le probara y mis instintos acertaron en que este traje puede que haga morir de un infarto el amado Anton. Pobre de él. Sé que algún día me lo agradecerá. "Pero y tú Ame... ¿qué te vas a poner?", preguntó Cami luego de dar elogios acerca de mi creación. "Pues todavía no tengo nada", creo que a la que por poco le da un ataque es a Cami. Fue como decir una blasfemia. Rapido me llevó a los vestidos de mi colección. Dio un gran suspiro y gritó "¡Pero qué belleza! Este es el que te tienes que poner Ame". Entre montones de trajes ella escogió un vestido blanco, con un escote V profundo en la parte delantera con tirantes dorados que forman un escote en forma de U hasta la parte inferior de la espalda. "Pareces una diosa griega Ame.. te deberían llamar Atenea esta noche".... Eso me dejó pensando... algo me dice que debería sentirme como una diosa, y no dejarme hundir por un posible Poseidón. Que esta noche puede ser guerra... o al menos pueda verla como una.

Canción para ser escuchada: "Play with fire" - Hilary Duff

Venus, Marte, y Tierra de por medio


No pude aguantar más... llevo con esto como hace más de diez meses, y tengo la cabeza hecha un revolvú. Así fui a visitar a Amélie, porque la extraño y hace tiempo no hablamos. Claro que, a lo mejor ella sabe de Cami.Aunque yo sé de Cami, pero no le puedo decir a Cami, porque si le digo a Cami, en tremendo lío que me meto. En estas cosas de mujeres es mejor preguntarle a otras mujeres. Sé que con Ame no hay problema. Así que me fui para su estudio.

Allí ella tenía un montón de telas coloridas. Parece que estaba haciendo su nueva colección. Muy concentrada, pero yo realmente quería saludarla, por lo menos decir "¡Hola!", aunque sea seguido por un "Adiós". Ella entretenida, mirando lo que había hecho en la figura y comparándolo con lo dibujado en el papel. Le quise dar un susto, y como siempre.. resultó, seguido por un "Aaaaaaaaaaanton no me asustes", y un abrazo del oso. Rápido me montó conversación, de cómo estás, qué es de tu vida.. cosas así. Ya me imagino que saben como es Amélie.

-Niño, te he extrañado mucho.- me dijo
-Yo también te he extrañado.- Ella sonrió, como siempre, con una sonrisa tierna y amigable. Pero quise añadir algo.- Como también extraño ha...
-¿Hah?- Preguntó Amélie, porque al parecer escuchó algo que dije y le robó la concentración. Pero algo me decía "dicelo"...
-Oye Ame...
-¿Aja?
- ¿Qué sabes de Camille?
-¿Cómo ha qué se debe esa pregunta o qué?- preguntó un poco nerviosa.
- No... nada, nada, solo quería saber.- Pero ella me miró como algo extraño, como si leyera mi mente con la mirada. Si, Ame es experta en eso. "No sé mucho de ella", me dijo mirandome fijamente a los ojos. Les digo que aveces Ame me da miedo. Hubo un silencio profundo. De repente sale gritando: "¿Sabes qué?... si sé mucho de ella. Pero no me da la real gana de decírtelo, porque ¿sabes otra cosa?... NO TE LO MERECES".
-Tu si sabes algo pero no me lo quieres decir.
-¡Vaya que entendistes! Valga la redundancia.
-Ame... tu sabes que yo a ella la quiero, siempre la he querido, pero por favor entiéndeme. Ahora esto se me está saliendo de las manos. Pero no sé si ella sienta lo mismo que yo. Entiéndeme por favor.- Y no pude aguantar. Sé que dicen que los machos no lloran, pero con Amélie, no importa los estereotipos. Ella me miró un poco sorprendida, pero me abrazó, y me dió palmaditas en la espalda. Me sentí como un bebé llorando y siendo consolado por su madre, pero así fue.

-Lo siento mucho Anton. Disculpa que me comporte así.- Ella siempre tan educada, pero la entiendo. Me invitó a un café. Y allí sentados los dos, le dije todo lo que ha pasado en estos meses. "Pensé que Cami no me quería, y que quería a aquel. Que esto solo funcionaría solo siendo amigos. Más de eso no puede ser." Y le seguí contando y confesandole todo lo que llevo por dentro. Es que es tan fácil hablar con Ame. En fin... le dije, que me hice novio de Katiria para empezar de cero, porque en ella vi la esperanza de tener alguien que me quisiera a mi lado. Pero nada de eso pudo quitar lo que siento por Cami. Ella es tan... tan... ¡Ay! es difícil de explicar. "¿Diferente, única, especial?", dijo Amélie ella tiene una cosa con las palabras. Pero si, acepté que ella era todo eso para mi. "Es que cada vez que la veo, es como si se encendiera algo en mi. Cuando la veo es como si se detuviese el mundo y girara solamente para los dos. Y... no me quito de la mente estas ganas de besarla y acariciarla y..."
-¡Ooook! Ya creo que entiendo Anton, no más explicación.- Lo mejor que hizo fue hacerme parar, porque sino iba para largo.- Ummm, se nota que realmente estas enamorado. Disculpa mi reacción de orita. Es que ustedes, son como unos hermanos para mi , y yo solo quiero lo mejor para ustedes. Realmente pensaba que eras feliz. Pero por lo que veo... umm. Mejor me ahorro los comentarios.

Amélie es tan sincera, eso es lo que siempre he admirado de ella. "Voy a tratar de ayudarte. Por cierto, hoy es mi desfile y luego habrá una fiesta. Estás coordialmente invitado."
-Um... lo pensaré.
-Ven... te aseguro que no te arrepentiras.- Me dijo, mientras miraba uno de sus trajes. Era rojo, de telas suaves y ligeras. Yo no sé como se llaman porque en realidad no sé nada de eso. Pero en el maniquí se veía de lo más bonito.

Luego me dí a la tarea de ver lo que tenía Ame por su taller. En un tablón donde sujeta las cosas más importantes, me doy cuanta que tiene una lista bien larga de cosas que hacer. Pero lo que más llamó mi atención -y me dije a mi mismo "Estamos perdiendo a Amélie. Se nos vuelve loca"-, era una lista más corta pero con la foto de un chico que decía, COSAS PARA OLVIDAR, y emcabezando la lista un tipo llamado "Elliot".

-¡Es increíble! Tienes una lista para olvidar las cosas
-Chico, las listas son para recordar algo, ¿Verdad? - tenía razón-, pues aveces no nos recordamos de las cosas que debemos olvidar, por eso necesito esa lista, para que no se me olvide.

Hace sentido. Pero lo curioso es que el tal "Elliot" es el único en la lista. Pero nada... terminamos de hablar, y me despedí de ella. Salí de su taller y pasé cerca a su casa. Vi que un muchacho hablaba con el portero y procuraba ver a Amélie. Lo miré bien y me doy cuenta que se me hace familar.

"Monsieur Elliot, ella no está por aquí."- le contestó en señor Florence. Me detuve, y le pregunté quien era, y porqué procuraba a mi amiga.
"Me urge hablar con ella"- Fue lo que contestó. Lo invité a una cerveza, y a hablar un rato. Después de todo se ve un buen tipo. Me dí cuenta que él y yo teníamos algo en común. Buscábamos a la mujer que más queremos. El se veía tan enamorado, realmente, WOW... me sentí humillado, porque de la forma en que él habla de mi amiga es exactamente lo mismo que puede describir lo que yo siento por Cami. Pero una gran diferencia entre nosotros dos, él no tiene a quien darle excusas y explicaciones, porque es libre para amar a quien sea, porque no tiene a nadie a su lado. En cambio yo...Katiria... mejor ni pensarlo. Creo que debeo hacer una lista igual que la de Ame.

Pero no... yo voy a luchar por esto, porque a ella no la quiero olvidar. Pero Elliot continuaba, "Y quiero verla, sabes. Quiero abrazarla, besarla..."
-¡Eiiiii! Hasta ahí, no más explicaciones, porque ella es mi amiga.- Y nos echamos a reir. Y BINGO! Se me ocurrió una tremenda idea.- Creo que yo tengo la solución mi camarada.
-Díme, ¿ qué hago?
- Tú solo busca la mejor ropa que tengas. ¡Y por favor... recortarte! Qué vamos para una fiesta.

Canción para ser escuchada: "Un millón de cicatrices"- El canto del loco

Entre los símbolos del destino: +, -


A las tres de la mañana recibo una llamada. Me levanté muy asustada, pensado que algo malo ha ocurrido.

-¿Amélie, estas ahí?- escuché por el teléfono. Era la voz de Juliette, muy asustada y tensa, como si algo horrible le hubiese ocurrido.

-¿Julie?... ¿Qué sucede amiga? ¿Estás bien?- pregunté muy preocupada para el tono de voz de mi amiga.

- Por favor… ¿Puedo hablar contigo en algún lado, o ir a tu casa?-realmente me preocupa mucho mi amiga, ya me estaba poniendo tensa. La invité a pasar por mi casa. A los quince minutos escuché que tocaba a mi puerta. La abrí y recibí a mi amiga. Pero Juliette se veía muy rara, triste, angustiada, preocupada. No pasaron cinco segundos cuando me dio un abrazo, lleno de lágrimas y sollozos desconsolados.

Juliette es una chica joven, como yo, de solo veinte años. Bonita, una niña de su casa, que le encanta la fotografía y la naturaleza. Su sueño siempre ha sido llegar a ser una fotógrafa profesional, viajar a muchos lugares, y casarse después de los 30 años, aunque a veces no cree en esas cosas del amor. Usualmente es una chica muy alegre, el alma de la fiesta. Por eso lo que le sucede no es común en ella. Llegué a pensar que estaba enferma.

-Toma…- le dije mientras le ofrecía una taza de té de tila. Se lo tomó muy deprisa, con las manos temblorosas.- Ahora, cuéntame lo que te pasa Julie. Me tienes en ascuas.

- Ame… sé que me vas a matar. Pero no se ssssiii – la voz le temblaba de tanto del nerviosismo.

- ¿Si qué Julie?
-Si estoy embarazada.

Hubo un silencio, y las dos nos miramos fijamente. Ella con lagrimas en los ojos, yo con un vació en el estomago. ¿Mi mejor amiga embarazada? Lo de Phil no me extrañaba tanto, pero de Julie… Me levante de mi silla. No la quería mirarla, no que me diera vergüenza, era para que no viera lo preocupada que estaba por ella. Eso la pondría mucho mas tensa.

Tres y media de la mañana y aún el silencio reinaba. Ella tan solo lloraba. No puede mas con mi frialdad- no tengo corazón para eso-, la tuve que consolar. Me dije a mi misma: Amélie, no seas estúpida, ella es tu mejor amiga, y te necesita hoy más que nunca. Fui hacia el sofá a sentarme junto a ella. La abracé, llore junto a ella. Se que le era muy difícil confesarme esto. Ella sabe muy bien mi posición sobre este tema. No porque sea un pecado o malo. Porque si fuese tan malo, no lo estuviesen haciendo tantos jóvenes. Pero pienso que es un poquito mejor mantener bien cerraditas las piernas para que cosas como estas no sucedan. Porque claro, la que tiene la carga es la mujer. El hombre muy fácilmente te puede decir, ese hijo no es mió, se va y te deja con el regalito. Tanta cosa por solo una noche de hormonas revueltas.

Pero dejando eso a un lado, me enfoco en la situación de mi amiga. Ya lo hecho, hecho está. “No estoy segura de si lo estoy, pero entiende Ame…estoy muy asustada”- me dijo, al menos eso fue lo que se entendió entre sus lagrimas. “¿Te haz realizado una prueba?”-le pregunte, y la respuesta inmediata fue un no.

Yo fui a buscar mi bolso, y la invité a salir del sofá para ir a la farmacia mas cercana. Suena un poco cruel, pero soy su amiga. ¿No creen que es mejor saber la respuesta a una pregunta que nos agobia tanto? Y esta se responde con palabras de una silaba. Puede ser un si, como puede ser un no. Mientras nos cobraban la prueba la cajera nos miraba como que, “en lo que se ha metido una de estas”. Me fije en su mirada y le respondí con una de esas que dice en palabras finas: “no te importa lo que aquí sucede”.

A las cuatro de la mañana regresamos a mi apartamento. Julie fue al ba~o a hacer todo lo de la prueba. “Ya todo esta listo, lo que queda es esperar”. Yo la invite a otro té. Nos sentamos las dos esperando por la prueba. Le pregunte “¿Que harás si el resultado es positivo?”

-No sé, realmente no sé. Yo quiero seguir estudiando esto que me apasiona. Pero terminar esta carrera con alguien nuevo en el camino, alguien por quien cuidar, se ve difícil y complicado. Viajar se vería tan lejano. No sé chica… no sé.- Pude notar que un lagrima caía de sus ojos mientras tomaba un sorbo de su té.

-¿Y el padre?

-Pues… no sé donde está ahora mismo. Es mas… no estoy segura si me quiere de verdad.- Sentí como si mejor no hubiese hecho esa pregunta. Pero en estes momento hay que ser realistas. – Pero una cosa si te digo Ame, yo voy a querer a esa criatura como nunca he amado a otra persona. Va a ser mi motivo de vivir y seguir adelante.

En esos momentos vi como los ojos de Juliette se llenaban de luz, de una mujer responsable, de una chica madura. La admire por su valentía. Ya paso el tiempo, y podíamos saber el resultado de la prueba. Nos dirigimos al baño. La acompañé por si necesitaba de mi apoyo. Pero yo sentía decirle algo a mi querida amiga antes de que conociera la respuesta. En el umbral de la puerta del baño tome el brazo de Juliette y le dije:

“Perdona si he sido muy fría en todo esto. Pero quiero que sepas que pase lo que pase, estaré contigo en todo momento. Sabes que puedes contar conmigo. Pase lo que pase no dejaras de ser mi amiga. Sabes que eres como una hermana para mi. Y la criatura, pues será como un sobrino o una sobrina”. Por primera ves en toda la madrugada vi una sonrisa en el rostro de Juliette. Ella con fuerza y valentía se dirigió hacia donde se encontraba la prueba, la tomó en sus manos mientras cerraba los ojos. Una parte de mi solo pensaba que esto se pudo haber evitado. Julie abrió sus ojos, miró la prueba y suspiró…

Suena la alarma de mi reloj despertador. Me levante muy ajetreada. Mire a mi alrededor, no estaba Juliette, ni cajas de pruebas de embarazo en el bote de basura de mi baño. Quizás todo fue un sueño. Hoy vi a Juliette, siempre sonriente, todo bajo control. Con un futuro por delante, y con muchas ganas de verlo realizarse.

Canción para ser escuchada: “What If” - Coldplay

Jarabe de rosas para el alma


Llegando a Paris encuentro en la puerta de mi casa una nota la cual dice:

“Amélie, te he estado buscando durante el fin de semana. Por favor llámame, tenemos que hablar y vernos. Es urgente. Atentamente: Camille.”

Ah, Camille! Hace mucho tiempo no se de ella. Es una de mis grandes amigas la cual no veo hace mucho tiempo. En seguida la llame y la invite a almorzar a en mi casa. Estaba completamente cambiada y madura. Nos sentamos a hablar y ha chistear de los viejos tiempos. Yo le cuanto de lo que me ha sucedido en este año, y ella me cuenta de los suyo. De repente hubo un silencio en la conversación… “Cami… ¿Qué te sucede?, Por cierto, ya no me hablas de Antón”. Antón , Cami y yo éramos buenos amigos. Pero la amistad se basaba más en ellos dos. Si, de esos amigos que se abrazan cuando ella llora, y el la defiende. Para ser honesta siempre me hubiese gustado verlos ser mas que amigos. Parece que cuando dije el nombre de Antón el silencio se hizo mas frío, pero Cami quería decir algo “De eso justamente quería hablarte”.

-Ajaaaaaa… cuentame, ¿Que paso?

- Pues sabes que tiene novia.- Me dijo un poco rara.

-No, no lo sabia, pero que bueno por el, ¿no?- Por como se veía su cara la respuesta era un no lleno de tristeza y dolor.

-Ame… a mí…

-A ti…?

-Creo que estoy…

-¿Estas?, por favor no digas embarazada porque aquí si que me da un ataque

-No chica, ¿como crees?... Creo que… estoy enamorada de Antón.

-¿Que?- Claro que ese que fue uno lleno de sarcasmo. Claro que yo ya me lo imaginaba.- Yo ya lo sabia Cami, por favor, dime algo nuevo.

“¿Como que ya lo sabias?”, pregunto Cami. Valga la aclaración, Cami es de las personas que no se dan cuenta de lo que sucede a su alrededor hasta cinco meses después de que suceden o comienzan a suceder. “Cami, siempre haz estado enamorada de el, y no te habías dado cuenta hasta ahora. Y lo peor de todo es que tuviste la oportunidad de que fueran algo, pero… noooooooooooo. Cami, el estaba sumamente enamorado de ti, parecía otra persona, pero seguía siendo el mismo Antón de siempre. Contigo el podía ser el pero una versión mas pulida”- termine de confesarle. Camille estaba a punto de llorar. No me gusta verla así. Se muy bien porque no quiso darle una oportunidad a Antón. Ella no quería dañar su amistad.

No me quedo más remedio que consolarla. “Y lo peor de todo es que no se porque me pongo celosa, porque lloro con tan siquiera leer o escuchar su nombre. Y lo extraño Ame, lo extraño mucho. Y ya no hablamos”. Vamos a poner los puntos sobre las i… Vamos a hacer un club de todas las que estamos en contra de las novias toxicas y los tontos que se dejan manipular, o por los amigos que una vez tienen novia dejan de ser tus amigos. Pero, continuando con la historia… “Eso que creo que sientes es que estas enamorada de el. Siempre lo estuviste Cami. Como lo mirabas, mejor dicho, como se miraban, como hablaban, se abrazaban, como llorabas en sus brazos, como bailabas con el, era muy diferente tu trato con comparado con los demás”. Aquí se desataron los llantos, y trate de suavizar la cosa. Esta situación me acuerda a algo. “Yo se como se siente Cami. A mi me paso lo mismo”. “¿Con Jean?”- pregunto la inocente. Mi mirada lo dijo todo. “¿Entonces con Elliot?”- no pude evitar sonrojarme una vez escuche ese nombre. “Si Cami, con Elliot”.

Sucede que Elliot y yo eramos buenos amigos. El me caía muy tremendamente bien, pero para el tiempo en el cual lo empecé a conocer, Jean estaba como una venda en mis ojos. Una vez Jean fuera de mi vida, Elliot quiso hacer el acercamiento. Yo no quería nada con nadie. De relaciones no quería saber en buen tiempo. Pero todo me llevaba a Elliot, y de repente todo trataba de el. Hablábamos mucho, y se volvió parte de mi. Pero yo no quería una relación, y la distancia llevo a que, pues… el, encontrara a alguien.

-“Cuando me entere que Elliot tenia novia, fue como si el mundo se viniese abajo. Como si parte de mi se derrumbara. Pero… yo quería que el fuese feliz. Yo no quería admitir que me gustaba”.

-¿No lo sabias?... ¿Y como te distes cuenta?

- Chris me hizo darme con esa pared.

“No seas idiota Ame… estas que te babeas por Elliot”- grito rotundamente Chris. “Pero no chico, no puede ser”- reclame. “Es de todo lo que hablas, y ahora que otra lo tiene, te echas a llorar como una Magdalena, no te quejes”. “Ok… ok… si , me gusta.Y se que fui un poco tonta al no decirlo antes. Yo misma pude haber evitado esto. Y ahora… ¿que hago?”.

-Lo único que te puedo decir querida Cami, es el consejo que me Chris un día me dio.

-¿Cuál?

-Escucha bien tu corazón.

Una noche no podía más. La angustia era tanta, y los estupidos celos no me dejaban en paz. Recibí una llamada de Elliot. “Tengo que decirte algo”- dijimos los dos a la vez. Yo opte por empezar. “Elliot, tu… creo que tu…”- tartamudeaba, mariposas en mi estomago. “Aja…crees que yoooo?”- decia Elliot medio nervioso. Luego de media hora temblando de miedo le dije “Elliot, creo que tu… me gustas”. Hubo un silencio, a lo cual pense que se habia caido la llamada. De hecho el engancho. Al minuto volvio a sonar mi telefono. “No tienes que decir nada Elliot, yo facilmete puedo olvidar que todo esto sucedió y…”

- ¡Ame, Ame, Ameeeeeeeee!- Eliott intentaba de hablar.

- ¿Qué?...

- ¿Por qué no me lo dijistes antes? Sabes que me gustabas.-Al escuchar esas palabras se me enfrió el alma.

- Tenia miedo.

- ¿Miedo de que?

- De Salir herida, de que yo no te gustara, de perder tu amistad.

“Vez Cami, creo que te entiendo mas de lo que crees”- le dije quitando las lagrimas de sus ojos. “Si pero… ¿que paso?”- ella estaba muy intrigada con la historia. Luego de una llamada llena de llanto por la estupidez que ambos habíamos cometido, Elliot continuo llamándome mas a menudo. Yo trataba de olvidarlo, para que solo fuésemos amigos, y el siguise con su amada. Aunque eso se podía considerar masoquismo. El resto es historia

“Por eso te digo Cami, háblale. Llámalo. Dile como te sientes. Tal vez el si sienta algo por ti. Que si el te quiere o no te quiere lo importante es que nunca dejen de ser los mejores amigos que eran. Yo pienso que el va a entender”.

Camille termino de comer el postre, nos reimos un poco mas de todas las aventuras de los viejos tiempos. Y se fue, se fue con mas fuerza, mas enamorada. “Se lo diré Ame, gracias amiga”.

-“¡Suerte!”

- Por cierto, ¿que era lo que te queria decir Elliot en esa llamada?

-Que siempre me había querido.

Porque nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes.

Canción para ser escuchada: “Día normal”- Juanes

Envoltura

4:20 p. m. Publicado por naylen03 0 comentarios

¿Sabes de qué tengo antojos?, preguntó Alondra. ¿De qué?, le respondí. De un delicioso pastel- contestó Alondra. Nos dirigimos a la repostería mas cercana, bueno, en esta parte de la cuidad hay tremendas reposterías. Aquí se encuentran pasteles exquisitos. Entramos a una repostería la cual estaba repleta de gente que se veía muy contenta. Le dimos una ojeada a los pasteles que estaban en la vitrina…umm… chocolate, frutas, crema… todo se veía tan delicioso. De repente se escucha la voz de un muchacho quien muy amable se ofreció a atendernos. Cuando realmente nos fijamos en su rostro, era el complemento perfecto para tan ricos pasteles. Pelo largo, pero no tan largo,- ¿me entienden?-... Así como a la media adecuada. Ojos marrones, cara de porcelana… “Eros”… llego a suspirar Alondra, comentario al que respondí con una risa interna.

Fue inevitable sonrojarnos. Él con una sonrisa de oreja a oreja nos preguntó que pastel queríamos. Yo, como estaba indecisa… le pregunté: ¿Cuál me recomiendas?

Él con la misma sonrisa contestó: Esta tarta de frutas es muy buena. Pero mi favorito es este pastel de chocolate.

- Umm chocolate, me encanta el chocolate.- Dije pensando en voz alta.

- A mi también, es mi dulce favorito- respondió el chico pastelero. Mientras, sentía que algo me quemaba la espalda, y era Alondra que quería matarme con la mirada.

“Pues yo no como chocolate, pero me encantan las fresas, así que yo elijo esa tarta” ordenó Alondra un poco molesta. “De todas las frutas la fresa es la que mas me gusta”, respondió el chico sumamente adorable. Ok, así que estamos a la par, y las dos muy felices. Comimos nuestros pasteles a la vez que mirábamos al chico de reojo. Pedimos la cuenta, y cuando fuimos a pagar Alondra no pudo evitar preguntar: “¿Dónde estudias?”, da la casualidad que estudia música en la misma universidad donde nostras estudiamos. “Aaaahhh” alcanzamos a responder ambas. “¿Y que instrumento tocas?”, le pregunte casi automáticamente, a lo que sonrió y me contestó “guitarra”. “Oooooooooooooooohhh… tremendo”- fue todo lo que llegue a decir mientras nos despedimos de él y nos dijo “Que vuelvan pronto y espero verlas por la Universidad”. Claro… le respondimos con un nervioso “¡Igualmente!”. Justo cuando salimos a la calle, nos entro un mal de risas, que casi nos asfixiamos.

-¡Nena…Que bellooooo!... gritó Alondra. La gente a nuestro alrededor nos miraba como si estuviésemos locas. “Alondra ese es el Giovanni que yo tanto espero, el hombre perfecto”. “Siiiiiiii Ame… bello, músico, que te cocine un rico pastel de chocolate cuando tengas hambre”. Jajajajajajajajajajajaja, sin respiración una vez más. La vida se pasa así junto a mi amiga Alondra, entre risas. Con ella me pasan las cosas más raras que se pueda imaginar.

Llegó Sonia, y al vernos rojas como dos tomates en ensalada, le tuvimos que contar todo lo que nos paso. Caminando por la ciudad, nos encontramos a Gustav el cual nos invita a una fiesta. Todas, incluyendo a Lulu, Lucia y Marta, nos preparamos para pasar nuestra ultima noche en Madrid a lo máximo. Traje corto rojo, zapatos negros, la combinación perfecta para salir a festejar. Entramos a la fiesta y entre un mar de gente un rostro se me hacia conocido. Era como ver un espejismo… pero no … era real. Me miró, con cara de asustado, y con deseos de largarse de esa casa. Si, era Jean. Qué hace aquí no tengo ni la mas mínima idea. Y allí estaba, no le quedo otro remedio más que saludarme y retirarse ligeramente al lado que la mesa del ponche. Todas me miraron, y Sonia me tomó por el brazo y me dijo, ve, habla con él, te sentirás mucho mejor. Sonia siempre dice cosas muy sabias, pero hoy no sé lo que le pasa. Creo que ella respiraba el aire de tensión que salía por mis poros, de rabia, de ganas de matarlo. “Respira Ame, y camina”. Antes de pensarlo una vez más me dirigí hacia la mesa del ponche. Tomé un vaso y me serví un poco. A mi lado, Jean, de espaldas, respirando con dificultad, nervioso, manos temblando, de tanta palidez se veía que hasta el alma le temblaba.

¡Hola!, lo salude como a cualquier otro hijo de vecino. “Ahora reclámale Ame… ahora… hazlo… shhhhhhhhhhhhhhh no… eso no, mi dignidad es primero” me decía por dentro. Me comporte, no hubo reclamos. Fue solo una conversación entre dos conocidos. ¿Para que reclamarle, si de lo que sucedió ya van casi dos años? Pero el aun tiembla… y no me mira a los ojos… no me quiere mirar, y se muerde los labios como cuando estaba nervioso o me quería besar. No hablamos de amores, no platicamos del pasado. Me sentí muy orgullosa de mi misma, porque encontré el valor de mirarlo a los ojos, y decirle con eso que no tengo miedo, que puedo enfrentarlo, que yo me valoro, y que sigo siendo la misma. “Te deseo lo mejor en la vida y que seas muy feliz”, le dije dándole la mano firmemente y mirándolo fijamente a los ojos. Aun trataba de escapar de mi mirada. Camine hacia donde estaban las chicas, las cuales me esperaban para darme apoyo emocional por si las moscas. Pero no lo necesite. Al fin y al cabo no valía la pena los reclamos, de preguntarle si de verdad me amó, o si todo fue una apuesta. Sentía alegría de mostrarle que estoy bien, que no he llorado por él, que sigo viviendo. Creo que volverlo a ver me hizo cerrar esa herida que tenia abierta y que no me permitía seguir adelante. Después de todo, Sonia no estaba tan equivocada. Hoy me di cuenta que ya todo paso y que hay mucho por delante y que ya no me importa.

Por que la envoltura a veces parece ser bella, pero arropa lo mas temido, oscuro y maligno que pueda existir.

Que a veces es muy importante reparar los rasguños de la envoltura para que sea mas bello el regalo.

Canciones para ser escuchadas:"Sweet Dreams (Are Made of This)" - Eurythmics

"Mientes"- Camila

"Smile" - Lily Allen