Posdata


Posdata: anotación que se añade al final de una carta, después de haberla terminado y firmado, como alternativa para añadir información que no se recordaba o conocía mientras se estaba escribiendo.

Luego de casi un mes fuera de mi casa llego a mi cuarto y encuentro que está hecho un desastre. Ha sido víctima de la procrastinación y flojera hasta que dije: ¡NO MÁS! Y me puse a limpiar. Ese trabajo agotador de poner todo en su lugar, cuando en el lugar hay cosas que  se adueñaron de territorio ajeno. Lo que si me gusta de un día como este es encontrar cosas de las que te habías olvidado. En una de las gavetas de mi mesita de noche encontré muchas cartas que me han regalado a través de los años. Fue como un viaje al pasado en tan solo un instante.
            Una carta a mi maestra de Kindergarten, postales de mi tía en sus viajes, una tarjeta que mi madre me regaló a los ocho años, mi quinceañero, mi primer amor,  mensajes de mis amigas y yo en las clases (cuando no teníamos celulares y el Messenger era una pedazo de la página trasera de la libreta), de mis amistades de la universidad. No puedo creer que tantos recuerdo de mi vida se guarda en una gaveta y los he ignorado todo este tiempo. No sé si era verdadero interés o simplemente fue una excusa para retrasar el día de limpieza pero me senté a leer cada una de las cartas.
            Había muchos mensajes de amigos de la infancia y adolescencia con los cuales por alguna u otra razón ya no tenemos comunicación. No porque no quisiéramos, si no porque tomamos  rumbos diferentes, desarrollamos intereses e ideales distintos, o la distancia es muy grande. Tampoco quiere decir que fuesen  malos amigos.  Creo que solo es parte de la vida. Me siento muy agradecida de tener amigos como los que tuve en el pasado. Con ellos reía, me enojaba, bailaba, cantaba, teníamos guerras de espuma de afeitar, relajábamos al chico con nombre de niña (un chiste interno clásico), fueron apoyo en momentos difíciles, hacíamos fogatas y películas, era toda una aventura. Se pasaba bien en aquellos tiempos. Con ellos disfruté mucho, y  según mis cartas nuestra amistad era muy importante. En resumidas cuentas que con ellos crecí. Pero al pasar el tiempo muchos se fueron como siempre pasa, aunque digan “eso nunca pasará entre nosotros”. Aún así conservo una muy buena amiga, de la cual tenemos como tradición celebrar nuestros cumpleaños a fin de año. Ella, quien muchos despreciaban por realmente ser muy madura para una niña de su edad para aquel entonces,  es un ejemplo de una verdadera amiga. A pesar de la distancia, de los estudios, de los años sin vernos diariamente, y de las experiencias que hemos tenido en estos últimos años continuamos en comunicación. Ayer salimos a tomar café y a celebrar nuestros onomásticos (palabra de domingo para cumpleaños), y me dí cuenta que todo sigue igual. Parecíamos como sacadas de las memorias de Carrie Bradshaw  y sus amigas cuando un muchacho guapísimo nos pasó por el lado y permanecimos en silencio por una fracción de segundo. Nos miramos como si leyéramos la mente de la otra y soltamos carcajadas. Me sentí como volver a mis dieciséis. Es bueno saber que existen personas como ella, quienes conocen y  fueron parte de tu pasado, solo que no se limitaron a ser un personaje de tercer plano y se han ganado el puesto de continuar en la historia.
            También en entre esas cartas, hallé mensajes de personas que hoy no están aquí y a quienes extraño. Me alegro haber guardado sus mensajes y encontrarlos en esta etapa de mi vida. En cada graduación  me dejaban saber de lo que soy capaz de lograr. Leer un “nos sentimos muy orgullosos de ti y hasta nos las echamos a cuenta tuya”, le dan ganas de seguir a cualquiera. La orgullosa soy yo, de poder haber conocido a personas tan especiales como ellos, quienes impactaron mi vida con sus acciones, su amor y apoyo los cuales definitivamente eran incondicionales. No sé si es una señal, pero creo que encontrarme nuevamente con estas viejas cartas era necesario. Como un recordatorio de que hay mucha gente  que cree en ti aunque no te des cuenta.
            ¿Y del primer amor, qué se cuenta? Pues se cuenta que aún solo conservo una de las cartas. De las demás sólo queda un vago recuerdo y pedacitos regados en algún rincón del mundo. De eso hacen muchos años, y la guardo porque vale la pena enseñársela a mis hijos y mis nietos en un futuro lejano. Es una carta la cual creo que es genuina y admito que muy bonita. Sinceramente le doy crédito al autor, por esforzarse a escribir algo que le salió del corazón y no entregarme una postal con solo el mensajito cursi escrito por alguien más porque su trabajo depende de ello. También admito que leer la carta me hizo sentir maripositas en el estómago. No por los recuerdos de la persona, si no el saber que pude hacer sentir algo tan hermoso a alguien. Hay una primera vez para  todo, con esa persona aprendí del amor y el desastre del desamor. A esa edad aprendí que el amor a veces es doloroso pero vale la pena enamorarse. No por masoquismo, si no porque es lo más cercano a la magia. El dolor es tan solo un recordatorio de que estamos vivos y tenemos sentimientos. En otras palabras: somos humanos.
            Hoy, más que nada, me encontré conmigo misma  a través de los demás. A veces no sabes a quien puedes conmover con tus acciones  y lo importante que eres para muchos.  Estas cartas son una afirmación de ello. Creo que por eso me gusta la escritura. Te otorga el poder de viajar al pasado, enfrentar el presente, y ser “inmortal”. Es como dejar una huella de tu existencia. Aunque para entonces las cartas costaran una miseria en términos monetarios, es el mensaje lo que cuenta. Y para mi valen más que el oro. Es increíble que en medio de un desorden se encontrara algo tan significativo. Así que tomé cada una de las cartas y las guardé en una cajita dándoles su merecida importancia hasta el día en que la vuelva a encontrar y redescubrir su contenido.


Canción para ser escuchada: “You Are Young”- Keane 

 A la Familia Cosa, la "Escoba", Lucé Bonafare, y el resto de la ganga. 
Good friends are like stars... You don't always see them, but you know they are always there
-Old saying