Estampillas

Otra carta a Lucé Bonafare

letters

Querida Lucé:

Yo sé que es un poco loco de mi parte, pero tenía que escribirte aunque sé que esta carta no tendrá respuesta, y mucho menos llegara a tu buzón porque no la enviare. Pero quería decirte lo que siento, porque tú dabas buenos consejos, y en estos momentos los necesito.

¿Sabes?, lo estoy olvidando. Y esta vez en definitiva y con pie firme. Porque no lo hago por nadie, sino por mí. Por mi bien, porque de todas las soluciones esa era la mejor. Porque era inútil que yo lo diera todo, y no recibiera nada. Que mi amor dependía de palabras tatuadas en hojas de papel. Papel que destruí, que queme, del que hoy solo quedan cenizas. Y aunque no las hubiese quemado, no fuesen suficientes para igualar lo que yo sentía. Porque el amor debe sentirse como un mundo sin fin, y las hojas de papel, por muchas que parezcan, solo hay una cantidad finita de ellas.

Y de él, ya no sé nada. Ni su nombre. Creo que también se está borrando. Su voz es solo un recuerdo, un mal sueño, una pesadilla. Aunque a veces se vuelve dulce, una dulce y tormentosa pesadilla. No, creo que ya no. Solo son psicofonías, y para mí los fantasmas no existen.

Abrí mis ojos esta mañana y vi que la luz entraba por mi ventana, y entendí que no eran tan malo esto de estar sola. Porque estar sola tal vez es el primer paso para saber cómo estar con alguien. Es que se que si estuvieses aquí me hubieses dicho lo que estoy pensando. No necesito estar con alguien para saber cómo se siente amar. Porque puedo amar de mil formas distintas, y no se necesitan dos para poder amar. Porque amar empieza por amarme a mí misma. Después de todo nunca fuimos un par, siempre solos y distantes.

Sí, yo. Sonará egoísta, pero solo seré yo. Tengo que empezar en cero. Tengo que quitarme esta carga que no me deja caminar derecha. A lo mejor yo lo veía como un Sol. Yo giraba alrededor de él. Y él no se daba cuenta de mí. Le daba lo mismo que yo estuviese o que no estuviese, porque él seguiría siendo el “Sol”. Y ahora yo aquí en la Tierra, sin Sol que alumbre, todo está frio y oscuro. Y en la oscuridad, no se aprecian los colores y no puedo ver los rostros. Mucho menos podría ver mi rostro. Ni siquiera sabría lo que es un rostro, ni que mi rostro es EL ROSTRO, porque no puedo ver el rostro de otros para saber lo que es un rostro. Pero tal vez necesito pasar por esta ceguera episódica, para saber lo que realmente es amar. Alguien que no se valga de apariencias ni de rostros en medio de esta triste oscuridad llegara a mi vida. Y ya no necesitare del Sol para sentir el calor y apreciar lo bello que es el mundo y todos sus colores. Porque nuestro amor será tan grande, y esto será tan mutuo que ambos brillaremos y podremos dar luz a todos. Y aun estando solos seremos dos estrellas. Porque sabremos lo que es amar por completo, sin dependencias, sino un amor genuino y verdadero.

P.S.

Espero que estés bien, sé que lo estas. Aquí te extrañamos mucho. Hasta el perro aun se acuesta al lado de tu silla en el comedor esperando a que llegues para que compartas tu comida con él. Gracias por el tiempo que estuviste aquí, y por todos los consejos que un día me dijiste. Porque tu si fuiste un Sol, y todos queríamos de tu luz.

Cancion para ser escuchada: “Radioactive”-Kings of Leon