Fuerza

LOS SECRETOS DE LA MANZANA DE NEWTON


Parte 2 : Fuerza


neon lights


“La fuerza neta aplicada sobre un cuerpo es proporcional a la aceleración que adquiere dicho cuerpo.” – Segunda Ley de Newton


¡Él es una BESTIA! No lo mires Amelie, no lo mires a los ojos. ¡Ten cuidado porque sabrá Dios si cuando lo haces terminas siete metros bajo tierra! Es que se ve tan… tan… rudo… como impenetrable. Me refiero a Alphonse. Este hombre parece ser poco amigable, pero me toca trabajar con él. La otra opción era trabajar con Lulú y Julián. La verdad es que trate trabajar con ellos, pero me sentí como un estorbo. Demasiado incomodo trabajar con mi amiga y un chico que le habla todo el tiempo a ella pero no deja de mirarme para luego preguntar disimuladamente entre susurros: “¿Me estas mirando?”. Claro que ignore la pregunta. Yo no lo estaba mirando, para NADA. Más bien lo estaba evitando. Ok, estaba evitando que me encontrara mirándolo. Me cambié para ser precavida y no caer en mas enredos. De lo que no me di cuenta es que solo quedaba una persona con la cual podía hacer el trabajo grupal. Y es con este chico vestido completamente de negro. Aunque honestamente no se viste tan mal. Esa chaqueta de piel negra no le queda tan mal…


Mejor me siento a su lado de una vez porque pienso que estoy siendo demasiado dramática. Salúdalo, pero con seriedad. Algo así como ¡Hola soy Amelie!, con una sonrisa para que le demuestres que eres amigable. Ooooo, ¡qué bonita chaqueta!… no , demasiado coqueta y con este no queremos coquetear. Bueno, lo que sea.. aquí va…


“La profesora me indico que puedo trabajar contigo, espero que no te moleste. Soy Amelie”. ¡Ay, eso me salió más serio de lo debido.


Me senté a su lado, la verdad es que no huele tan mal. Su perfume es lo más cercano a al químico que genera la atracción perfecta. Creo que debo tener más cuidado de lo que pensé. “Hola, me llamo Alphonse, y claro que puedes trabajar conmigo.” ¿Esto es un chiste verdad? El hombre es de lo más amable, nada de lo que imagine –por lo menos por ahora-.


***


¿Ella esta temblando? Se ve furiosa. Es una combinación extraña, pero maneja las dos emociones tan bien que es hasta impresionante. Es seria, muy seria. O tal vez madura. Sí, creo que muy madura para su edad. No ha dicho ni una palabra, pero se le nota. Ella tiene algo, no se que es, pero tiene algo. Lo note desde el primer día en que la vi. Se veía tan femenina y delicada con su blusa de volantes. No puedo creer que me este acordando de su ropa. Si llego a mencionar esto a alguien dirían que soy rarito.


“Hay que dejar los puntos sobre las ies. Eso siempre dice mi madre.” – dijo muy seriamente. Aaaa ella es perfeccionista y exigente. Por alguna razón no me mira. Se cree la mas importante. Ni que yo fuese un vago que no sé hacer mi trabajo. Pero hay algo mas, y yo lo voy a descubrir. ¡¿Que rayos, me pasa?!


“Deberias sonreir de vez en cuando. No hace da~o. Y por mi parte, yo no muerdo ni como humanos.”- Creo que la asuste un poco. “ Mucho menos soy un vampiro vegetariano”, dije pensando en voz alta. “Es eso una sonrisa? Si no lo fue, pues fue algo igualmente lindo. ¡Pero que estupideces estoy diciendo! Que asco de cursilerías. Pero ella, no parece ser de tanta piedra como trata de mostrarse. Y eso la hace mas encantadora aun.


Cancion para ser escuchada: “Charlie Brown” - Coldplay

Inercia

Los secretos de la manzana de Newton


Parte 1 : Inercia


“Todo cuerpo persevere en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre el”. – Primera ley de Newton


apple


Esto es realmente hermoso. Nunca había estado en un lugar así. Un jardín lleno de rosas, perfumado con la suave fragancia de las lavandas y las lilas. “¡Amelie… Amelie!”, se escucha a lo lejos alguien llamándome. Es la voz de alguien que me agrada, y por alguna razón yo me escondo de el entre los arbustos. Y por alguna razón me da gracia como si todo fuese un juego, un juego de escondite de esos que juegan los que no son pero quieren intentar ser. Y lo siento cerca, porque se ríe también. Creo que ya me encontró. Esta a tan solo paso de mi, y siento su calor, y su rico perfume... y… Se escucha un ruido extraño pero a la vez familia. Como anunciando que debo regresar y que el juego termino. Esto definitivamente es un sueño. Ese ruido odiado es el sonido infernal de mi reloj despertador indicando las cinco de la mañana. Pero mi cama esta tan rica y calientita. Mi almohada esta tan suave que seria casi un pecado levantarse. ¡Cinco minutos más por favor!


Bueno, tengo dos opciones, levantarme o quedarme aquí en la cama. No voy a engañarme, digo cinco minutos cuando fácilmente de convertirán en media hora. Si me quedo aquí llegare tarde al trabajo. ¡Así que arriba se ha dicho! Y eso me deja pensando en que la vida es basada en decisiones. Y no importa cuán grande o pequeña sea la decisión, tiene sus consecuencias. ¿Y saben? Esa incertidumbre de que es lo que nos puede pasar si tomamos un decisión incorrecta nos da miedo. Nos eriza la piel el solo pensar lo que puede pasar en el futuro.


Es como estar en una montaña rusa. La fila es inmensa y ridículamente larga. Muchos deciden darse la aventura y completar la misión. Pero otros les entra los escalofríos y prefieren no montarse. Una vez sentados y abrochados los cinturones empieza el recorrido. Y te das cuenta que estas muy alto, y comienzas a temblar. Una vez en el pico más alto, empiezas a dudar, “esto tal vez no fue una buena idea” pero ya no hay marcha atrás, solo queda continuar. Y vas asi gritando durante toda la atracción en cada vuelta, y en cada parada espontanea. Y piensas que esto se acabe ya, y tus gritos son tan fuertes que ni puedes escuchar tus pensamientos. Pero cuando menos te lo esperas todo llega a su fin. A pesar de los gritos, y tu momentáneo estado de pánico te das cuenta que te gusto todo eso. Y para colmo, quisieras volverlo a intentar. ¿Suena irónico verdad?


Y si, tal vez las decisiones que tomemos nos lleven a cometer errores. Pero después de todo equivocarnos hace este camino más interesante. La vida no es para los cobardes que deciden abandonar la fila de espera, si no de los valientes que a pesar de la altura y la rapidez de la montaña rusa deciden montarse en ella y llegar hasta su fin.


Y tal vez yo esté cometiendo un error ahora mismo. Acercarme a Julián. Y es que no les he contado de él. Probablemente lo haré mas tarde. Por ahora me basta con comentarles que es guapísimo y que me están sudando las manos. Prometo hacerme la difícil, y hacer como si no estuviese pasando nada. Tiene una gran sonrisa. Me mira y sonríe. Y no hallo otra cosa más que responderle, porque después de todo, soy cortés. Vamos Amelie, confiesa que es que te gusta coquetear con él. Y han sido pocas las conversaciones que hemos tenido y suena como alguien interesante. A esta distancia a la que puedo notar que devuelve las sonrisas, puedo notar también que Lulú está interesada en el. Y él le responde. Aquí yo salgo sobrando. Esta sonrisa que a la distancia surgió se quedo colgando en el espacio. Solo fue una sonrisa fugaz, o tal vez nunca existió. Creo que no es tiempo para volver a pensar en estas cosas. Creo que esta es una de las partes bajas de esta atracción. Solo pienso cuando esto empezará a ser divertido. Creo que tengo que aprender a vivir con las fuerzas que generan este impulso. Después de todo, me sigo moviendo pero sé que tarde o temprano algo cambiará mi rumbo incierto.


Canción para ser escuchada: “Giving Up The Gun” - Vampire Weekend.