Auld Lang Syne

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Dicen que cuando sean las doce hay que pedir un deseo. Pero este año, no sé ni que pedir. Lo que si es que estoy alegre de que llegue a su fin. Después de todo no fue el mejor de los años. Aunque aun así, pasaron varias cosas buenas.

Hace varios meses que no veo a Elliot, desde aquella noche en mi desfile de modas. Digo hace varios meses porque hoy me toco verlo. Fue de esos momentos por los cuales uno no quisiera pasar. Salir feliz con tus amigas con la sensación de que veras a alguien indeseado. Como diría Meli, “eso suele pasar”. El problema es que a mí me pasa de lo más seguido. Y allí el estaba, vestido como le enseñé a vestir para que se viera más guapo. Refinado como le explique en aquellos días cuando todo era más “feliz”.

Y me acuerdo de que hace una semana el portero me entrego un paquete de cartas que él me escribió durante su viaje. Según el portero, el cartero le explico que fue un error de dirección. No se a quien le llegaron las cartas por equivocación, pero lamento la instancia, porque ahora viendo el paquete son muchos sobre que no llegaron a su verdadero destino. No creo q el dolor de soportar el ver llegar cada una de esas cartas a su casa, sea tan grande como el mío al leer cada una de ellas, meses después de haber olvidado a la persona que las escribió. Todas estaban llenas con las palabras más hermosas que alguien puedo haberme un día dicho. –Pero es que Ame, nadie te había dicho esto antes-. No saben lo estúpida y arrepentida que me siento, de echar a perder a alguien así. Esa noche no lo deje dar explicaciones. Eso me pasa por ser tan testaruda y asumir lo peor de cada situación. Claro que no pude aguantar tanta vergüenza y lo llame para pedirle disculpas. El con voz de asombrado y lleno de lagrima me dijo: “Yo te sigo amando, siempre lo he hecho. Estoy dispuesto a esperarte, y te seguiré esperando”.

¡Ay, pero que cosas las del amor! Suspiro por la alegría de sentirme querida otra vez. Suspiro que se cortaría y me dejaría sin respiración al ver que una chica se acerca al susodicho individuo y le besa en los labios. Y él le caricia la el rostro mientras yo me escondo en la espalda de Meli, porque era la persona más cercana. Ella también ve la gran escena y actúa “normal”. Claro, normalmente nerviosa y poco disimulada. Lo que hizo fue llamar la atención de Elliot, y este se acerco a nosotras. Bueno, específicamente a mí, -Vamos Ame, demuestra que tienes los ovarios bien puestos-.

-¡Hola Ame! ¿Cómo estás? – me pregunto todo nervioso y pálido. Lo que me lleva preguntarme a mi misma: “ ¿De esto es lo que tienes miedo?” Vaya, tienes la situación bajo tu control querida.

- ¡ Hola, Elliot! Yo estoy muy bien. Y por lo visto tu también. ¿Y tu amiga, como esta?

Creo que con eso fue más que suficiente para terminar la conversación. Pero el quiso añadir que es solo una amiga, que están comprando algo que ella necesitaba. Bueno, por lo visto ella necesitaba varias cosas porque por la cantidad de bolsas que lleva en la mano. No la juzgo, tiene buen gusto. Lo gracioso fue ver como su cara cambiaba de colores. Fue todo un espectro, el cual me disfrute de rabo a cabo. Escucharlo decir todos sus inventos, me hizo sentir peor de cómo me sentí cuando leí sus cartas. Era como revivir el ese mal estar estomacal, y las asquerosas nauseas. Pero esta vez será diferente. Mi madre siempre dijo, mejor afuera que adentro. Así que con una sonrisa le dije lo siguiente:

- Me alegro que estés bien. Y de seguro con muy buena compañía.- y me tomo por le brazo TAN disimuladamente para preguntarme si estaba bien. Si no estaba molesta.

- -¿Ame, pero, en realidad estas bien?

- Si de maravilla.

- Pero …

- Elliot, si piensas que estoy destrozada te equivocas. Tú tienes tu vida.

- Pero yo te amo

- Seguro eso también le decías hace un rato cuando la besabas. – Eso lo mato. Bueno, no literalmente, pero ustedes entienden.

- Eso fue, que ella quiere algo más, pero yo te amo.

- ¿Sabes qué? Elliot no voy a seguir con esto. Por tu culpa he llegado a odiar a lo que más amo. Y te llegue a odiar a ti. Pero ya no te odio, porque, pues no mereces ni que te odie. Personas como tú, así de mentirosas, no merecen tanta importancia.

Y así me despedí, sin nada más que decir, porque todo ya fue dicho. Confieso que apenas di una vuelta sentí un pequeño vacio. Como si arrancaran una parte de mí. Ahora comprendo que esa parte debía ser arrancada. Claro, llore como tremenda estúpida minutos después, pero es un proceso. Me estoy limpiando, reinventando.

Pensando en esto creo que ya se lo que pediré a la media noche. Nada de cursilerías como desean, porque un hombre no lo es todo en esta vida. Lo que pido es mucha fuerza de voluntad, salud y felicidad para mi familia, seguir teniendo amigos maravillosos como estos que me rodean y que se preocupan por cada cosa que me pasa. Pero sobre todo, deseo que con este año se vaya lo que en realidad no vale la pena y lo que debe ser removido, porque de lo contrario nos consumen espacio y tiempo que podemos usar para ver las buenas cosas que vengan y que siempre he soñado. Las malas experiencias nos hacen más fuertes, si se miran del lado positivo. Así que saquemos las doce uvas, abran la champaña, y abran sus corazones a lo bueno que se aproxima.

Asi que Au Revoir année 2011! 

¡10, 9, 8, 7,6,5,4,3,2, 1…

Bisou, bisou mes amies !

Canciones para ser escuchadas: “Cough Syrup”- Young the Giant

                                               “Save The World Tonight”- Swedish House Mafia

Eco


No le daré más color a lo que nunca tuvo vida. SI esto siempre fue imposible, lo será hasta el fin de los días. Aceptarlo, es muy fácil decirlo. Negar querer llenar de vibrantes colores este lienzo en blanco es mi trabajo. Siempre lo ha sido, y de eso me doy cuenta ahora. sound waves


De todas las historias que he contado, esta jamás entenderán ni los motivos sabrán. A veces es mejor callar. Mucho mejor ignorar. Si no supiese lo que sé, no sería tan grave la situación. Prefiero dejarlo escondido en el baúl donde se guardan las cosas inútiles. Ese donde se deja encerrado lo que queremos olvidar. Y eso es justo lo que quiero hacer. Olvidar. Olvidarme tanto que llegue a preguntarme si alguna vez existió. Esconderlo tan y tan bien, que ni me cuestione su existencia.


Era mejor que no lo admitiera. Porque admitirlo es darme por vencida, y entregarme a algo que no es mío. Estaba mejor cuando todo era incierto. De que vale sentir esto, si nunca va a ser realidad. Tengo la esperanza de que esto solo sea temporero. En unos días quedara obsoleto. O quizá nunca fue cierto. A lo mejor todo es producto de mi exagerada imaginación. Si, tal vez sea eso. Todo es falso. Porque me rehúso a sentir esto.


“¡¿Qué no es cierto?! ¿Tú estás ciega Ame? Si eso todo el que tiene ojos lo puede ver”- se repiten sin cesar a los cuatro vientos. Se asombran tanto de mi ingenuidad. No es que sea ingenua, es que evito problemas. Pero, problema ha sido empezar a cree en eso que hablan. Enredarme en sus palabras, caminar sobre esta cuerda floja en la que me cuesta balancearme. Lo más impresionante es que creo que no se equivocan del todo. Pero a ti, te cuesta confesarlo. O realmente no hay nada que confesar.


Dicen que las miradas dicen más que mil palabras. Pero la tuyas, las tuyas son difícil de descifrar. O tal vez no lo sean del todo. Solo finjo ignorar sus intenciones para así evitar que hagan tanto daño. Porque dicen más que mil palabras, y las tuyas dicen a gritos lo que muchos han contado. Mientras tanto, mis oídos son sordos y no pueden escucharlos.


Cancion para ser escuchada: “It’s About Time”- Barcelona

Fuerza

LOS SECRETOS DE LA MANZANA DE NEWTON


Parte 2 : Fuerza


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“La fuerza neta aplicada sobre un cuerpo es proporcional a la aceleración que adquiere dicho cuerpo.” – Segunda Ley de Newton


¡Él es una BESTIA! No lo mires Amelie, no lo mires a los ojos. ¡Ten cuidado porque sabrá Dios si cuando lo haces terminas siete metros bajo tierra! Es que se ve tan… tan… rudo… como impenetrable. Me refiero a Alphonse. Este hombre parece ser poco amigable, pero me toca trabajar con él. La otra opción era trabajar con Lulú y Julián. La verdad es que trate trabajar con ellos, pero me sentí como un estorbo. Demasiado incomodo trabajar con mi amiga y un chico que le habla todo el tiempo a ella pero no deja de mirarme para luego preguntar disimuladamente entre susurros: “¿Me estas mirando?”. Claro que ignore la pregunta. Yo no lo estaba mirando, para NADA. Más bien lo estaba evitando. Ok, estaba evitando que me encontrara mirándolo. Me cambié para ser precavida y no caer en mas enredos. De lo que no me di cuenta es que solo quedaba una persona con la cual podía hacer el trabajo grupal. Y es con este chico vestido completamente de negro. Aunque honestamente no se viste tan mal. Esa chaqueta de piel negra no le queda tan mal…


Mejor me siento a su lado de una vez porque pienso que estoy siendo demasiado dramática. Salúdalo, pero con seriedad. Algo así como ¡Hola soy Amelie!, con una sonrisa para que le demuestres que eres amigable. Ooooo, ¡qué bonita chaqueta!… no , demasiado coqueta y con este no queremos coquetear. Bueno, lo que sea.. aquí va…


“La profesora me indico que puedo trabajar contigo, espero que no te moleste. Soy Amelie”. ¡Ay, eso me salió más serio de lo debido.


Me senté a su lado, la verdad es que no huele tan mal. Su perfume es lo más cercano a al químico que genera la atracción perfecta. Creo que debo tener más cuidado de lo que pensé. “Hola, me llamo Alphonse, y claro que puedes trabajar conmigo.” ¿Esto es un chiste verdad? El hombre es de lo más amable, nada de lo que imagine –por lo menos por ahora-.


***


¿Ella esta temblando? Se ve furiosa. Es una combinación extraña, pero maneja las dos emociones tan bien que es hasta impresionante. Es seria, muy seria. O tal vez madura. Sí, creo que muy madura para su edad. No ha dicho ni una palabra, pero se le nota. Ella tiene algo, no se que es, pero tiene algo. Lo note desde el primer día en que la vi. Se veía tan femenina y delicada con su blusa de volantes. No puedo creer que me este acordando de su ropa. Si llego a mencionar esto a alguien dirían que soy rarito.


“Hay que dejar los puntos sobre las ies. Eso siempre dice mi madre.” – dijo muy seriamente. Aaaa ella es perfeccionista y exigente. Por alguna razón no me mira. Se cree la mas importante. Ni que yo fuese un vago que no sé hacer mi trabajo. Pero hay algo mas, y yo lo voy a descubrir. ¡¿Que rayos, me pasa?!


“Deberias sonreir de vez en cuando. No hace da~o. Y por mi parte, yo no muerdo ni como humanos.”- Creo que la asuste un poco. “ Mucho menos soy un vampiro vegetariano”, dije pensando en voz alta. “Es eso una sonrisa? Si no lo fue, pues fue algo igualmente lindo. ¡Pero que estupideces estoy diciendo! Que asco de cursilerías. Pero ella, no parece ser de tanta piedra como trata de mostrarse. Y eso la hace mas encantadora aun.


Cancion para ser escuchada: “Charlie Brown” - Coldplay

Inercia

Los secretos de la manzana de Newton


Parte 1 : Inercia


“Todo cuerpo persevere en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre el”. – Primera ley de Newton


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Esto es realmente hermoso. Nunca había estado en un lugar así. Un jardín lleno de rosas, perfumado con la suave fragancia de las lavandas y las lilas. “¡Amelie… Amelie!”, se escucha a lo lejos alguien llamándome. Es la voz de alguien que me agrada, y por alguna razón yo me escondo de el entre los arbustos. Y por alguna razón me da gracia como si todo fuese un juego, un juego de escondite de esos que juegan los que no son pero quieren intentar ser. Y lo siento cerca, porque se ríe también. Creo que ya me encontró. Esta a tan solo paso de mi, y siento su calor, y su rico perfume... y… Se escucha un ruido extraño pero a la vez familia. Como anunciando que debo regresar y que el juego termino. Esto definitivamente es un sueño. Ese ruido odiado es el sonido infernal de mi reloj despertador indicando las cinco de la mañana. Pero mi cama esta tan rica y calientita. Mi almohada esta tan suave que seria casi un pecado levantarse. ¡Cinco minutos más por favor!


Bueno, tengo dos opciones, levantarme o quedarme aquí en la cama. No voy a engañarme, digo cinco minutos cuando fácilmente de convertirán en media hora. Si me quedo aquí llegare tarde al trabajo. ¡Así que arriba se ha dicho! Y eso me deja pensando en que la vida es basada en decisiones. Y no importa cuán grande o pequeña sea la decisión, tiene sus consecuencias. ¿Y saben? Esa incertidumbre de que es lo que nos puede pasar si tomamos un decisión incorrecta nos da miedo. Nos eriza la piel el solo pensar lo que puede pasar en el futuro.


Es como estar en una montaña rusa. La fila es inmensa y ridículamente larga. Muchos deciden darse la aventura y completar la misión. Pero otros les entra los escalofríos y prefieren no montarse. Una vez sentados y abrochados los cinturones empieza el recorrido. Y te das cuenta que estas muy alto, y comienzas a temblar. Una vez en el pico más alto, empiezas a dudar, “esto tal vez no fue una buena idea” pero ya no hay marcha atrás, solo queda continuar. Y vas asi gritando durante toda la atracción en cada vuelta, y en cada parada espontanea. Y piensas que esto se acabe ya, y tus gritos son tan fuertes que ni puedes escuchar tus pensamientos. Pero cuando menos te lo esperas todo llega a su fin. A pesar de los gritos, y tu momentáneo estado de pánico te das cuenta que te gusto todo eso. Y para colmo, quisieras volverlo a intentar. ¿Suena irónico verdad?


Y si, tal vez las decisiones que tomemos nos lleven a cometer errores. Pero después de todo equivocarnos hace este camino más interesante. La vida no es para los cobardes que deciden abandonar la fila de espera, si no de los valientes que a pesar de la altura y la rapidez de la montaña rusa deciden montarse en ella y llegar hasta su fin.


Y tal vez yo esté cometiendo un error ahora mismo. Acercarme a Julián. Y es que no les he contado de él. Probablemente lo haré mas tarde. Por ahora me basta con comentarles que es guapísimo y que me están sudando las manos. Prometo hacerme la difícil, y hacer como si no estuviese pasando nada. Tiene una gran sonrisa. Me mira y sonríe. Y no hallo otra cosa más que responderle, porque después de todo, soy cortés. Vamos Amelie, confiesa que es que te gusta coquetear con él. Y han sido pocas las conversaciones que hemos tenido y suena como alguien interesante. A esta distancia a la que puedo notar que devuelve las sonrisas, puedo notar también que Lulú está interesada en el. Y él le responde. Aquí yo salgo sobrando. Esta sonrisa que a la distancia surgió se quedo colgando en el espacio. Solo fue una sonrisa fugaz, o tal vez nunca existió. Creo que no es tiempo para volver a pensar en estas cosas. Creo que esta es una de las partes bajas de esta atracción. Solo pienso cuando esto empezará a ser divertido. Creo que tengo que aprender a vivir con las fuerzas que generan este impulso. Después de todo, me sigo moviendo pero sé que tarde o temprano algo cambiará mi rumbo incierto.


Canción para ser escuchada: “Giving Up The Gun” - Vampire Weekend.

Intervalos

La verdad es que no sé qué decir. Una mentira tal vez me haga sentir mejor, pero al fondo lo “mejor” es peor. Camino por caminar, miro sin mirar, y siento sin… bueno, la verdad es que no se siento o si a esto se le llama sentir. Tal vez no sé lo que es sentir. Pasan los días y ni me doy cuenta de que las noches llegan y se van como arena entre mis dedos. Y no hay tiempo ni para pensar en los sueños, en realidad no hay tiempo ni para soñar. 

“Soñar no te lleva a nada. ¡Produce, produce!” muchos suelen decir. Y es Dreamsque si no sueño, no soy yo. Estoy en un mundo donde los sueños son prohibidos, porque los sueños sueños son. Todos a mí alrededor andan como almas en pena contando los minutos que le quedan para irse al supuesto paraíso. Cada día hacen lo mismo, siempre al mismo ritmo. Y al conteo de ese ritmo se repiten que en la vida lo que vale es la fortuna. No hay tiempo para equivocarse, porque el tiempo no existe. Y si por un momento existiese el tiempo, huiría como el viento. “¡Anda, que hay que terminar para que seas alguien de provecho!, ¡Produce, produce y llegaras al paraíso prometido!” dice el capataz.

Pero la verdad es que soy feliz con mis sueños, porque dan una esperanza de algo mejor. Si ellos supieran que con un sueño fue que todo empezó. Porque los soñadores somos diferentes, y la diferencia promueve cambios, y los cambios a veces suelen ser para el bien o para el mal. Pero yo no sueño para el mal. Más bien seguir el sueño anhelado de otros soñadores me hace mal. Porque hacen que no sueñe, para que no pueda pensar solo lo que quieren que piense. Me han quitado lo que más quiero, lo que más aprecio, por lo que vivo. Y me han atado a una cadena de monotonía.

Declaro mi libertad porque soy libre para soñar. Porque soy libre para decir y opinar. Retomo lo que es mío porque nadie tiene derecho a quitármelo. La vida puede suele ser difícil, pero la fortuna verde y plata no lo es todo. Mi fortuna es ser yo misma, y dar rienda suelta a lo que siempre he querido.

Sonia desde el otro extremo de la mesa en Café Lune, y me pregunta: “¿Estás bien?”. “Si”-respondí, mientras disfrazo con una sonrisa la verdad que parece ser mentira.

“Life is a series of trials and errors”

Canción para ser escuchada: “Wheels”-Jamie Cullum

La fête d’l plaisir obscur

La vida es un largo camino llego de piedras. Piedras que te hacen tropezar si no las sabes esquivar. Y esta historia por más irreal que parezca es completamente verdadera. Aunque me cueste mucho contarla tengo que confesar que la considero extremadamente esencial para aquellos que pasen por lo que yo he pasado (o algo parecido). Sergio Beuvallé para servirles, y esta es mi historia. fountain

Empecemos por que no tengo una vida perfecta. Seamos honestos, nadie la tiene. Pero estos sucesos ocurrieron en la etapa más oscura de ella. Fue una noche de invierno. Ludovic, mi “mejor amigo” me invito a una fiesta en su casa. Fiesta en la que había mucha gente, pues claro, Ludovic Malfolie es muy popular en este pueblo. Lo conozco hace poco tiempo, pero aun así lo consideraba mi mejor amigo aunque siempre note que era un poco extraño. Claro, si es que a simple vista se le nota que es de lo mas extraño: con inmensas ojeras y pelo indomable. Era popular por sus fiestas. Nunca había asistido a una de ellas hasta aquella noche.

No todos estaban de acuerdo con las fiestas de Ludo. Mis amigos más cercanos de toda la vida me dijeron que no era muy buena idea ir a ese tipo de fiestas. “Ese tipo no es nada bueno Sergio”, me decía Mathieu, y a quien por oponerse a mi amistad con Ludo lo llegue a ignorar por buen tiempo.

Llegue a la casa de Ludo y desde unas cuadras más abajo se escuchaba la música. Cuando llegue a la acera frente a la casa, solo se veían luces de todos los colores por la ventana. Cuando me baje del auto, Maya , la más rara pero tierna de las chicas impedía que pasara a la fiesta. Ella es muy dulce. Abrí la gran puerta donde Ludo me recibió con los brazos abiertos. “Siéntete como en casa”, me dijo al oído, casi gritando pero aun así con el estilo que siempre lo distingue. Claro, andaba como con cinco mujeres. ¿Qué tiene este hombre que todos se le acercan?, me pregunte toda la noche. Vi a la gente bailando pero todos me miraban como quien dice “carne fresca”. Parecía como una iniciación. “Toma un trago mi compadre”, me ofreció muy amistosamente. Di un sorbo a aquel trago, que era amargo pero a la vez adictivo, y me empezó a gustar. Y poco a poco (como quien degusta un buen vino) fui tomando el trago que sabia a una mezcla de cerezas y canela con yo no sé qué otra cosa. A la vez sentía como todo giraba y sentía una gran tristeza, como si el mundo se me acabara y la única solución la tenía aquel trago. “Ahora estás listo”- me dijo una voz que se parecía a la de Ludo, “ven conmigo”. Y me tomo del brazo rodeado de mujeres y la mitad de las personas que había en la fiesta.

Me llevó hasta el sótano de la casa que era aun más tenue y frio. Pero el calor de la gente y el sabor de aquel trago en mi paladar lo hacía más acogedor. “Porque te haz hecho como mi hermano, y conozco de ti más de lo que te imaginas, te dejare entrar a mi jardín”. Y atravesé la puerta que llevaba al jardín. Yo quería ser como él, como Ludovic. No sé por qué motivo ni la razón, pero si, quería llegar a ser como él.

Era un jardín bello, como si fuese una ilusión. No habían luces, solo la luna y yo en medio de este jardín, que más bien parece un bosque. Me volví loco inventando aventuras que podía hacer allí. Planeaba escaparme de vez en cuando para pensar bien las cosas. Si, era un lugar de maravilloso, deseado. Entre esos arbustos había una fuente de bronce y tenía un letrero que decía: “PARA MANTENER LA BELLEZA DE NUESTRO JARDIN, POR FAVOR TOME DE ESTA AGUA”. Lo encontré muy curioso, porque ¿Cómo por tomar agua voy a mantener un jardín? Seguí el mandato de ese letrero, y tome, y tome, y tome otra vez, y por alguna razón no me sentía saciado. Era ese dulce y extraño sabor que me hacía sentir tan agradable pero miserable a la vez. Y de repente se apago la fuente… y sentí un frio correr por mis venas.

Pensé que no era nada del otro mundo, así que fui a ver que más había en ese jardín. Pero todo lo que un día se veía colorido y bello, se veía marchito y gris. Todo se veía triste y desolado como una ciudad fantasma. Y fui a la fuente a ver si por fin había agua, pero no. Tenía que tomar esa agua. Sentía que el jardín se ponía cada vez más solo y peligroso.

A la entrada del jardín vi a muchos de mis amigos admirando lo que para ellos era un jardín hermoso. Trate que dieran la vuelta y regresaran a la fiesta. Trate de llegar a la puerta algo me lo impidió. Algo doloroso. Sentí como si algo se enredara en mis piernas y me hincara. Yo quería salir de allí pero nadie me escuchaba, todos parecían estar disfrutando ese jardín. Pero si vieran lo que vi no estuviesen así. Y trataba de quitarme esas enredaderas que me trataban de arrastrar hasta la fuente que estaba brotando agua de nuevo.

“¿Tratabas de escapar Sergio?”, me dijo Ludovic que entraba por la puerta. “Si, por favor ayúdame a salir”- le dije desesperado. “Eso es imposible, no quiero que te vayas, yo pensaba que eras mi amigo”, cuestionó mi amigo.

-“Si pero….”Capture

-¿Pero que?- me respondió con un fuerte tono. – Nadie sale de aqui asi por que si.- se dio cuenta que yo pensaba que algo andaba raro asi que mejoro su postura y dijo: Es que esta es mi fiesta y yo no quiero que se vayan. Yo no quiero estar solo. Ven, toma mas agua.

Créanme, lo pensé dos veces, porque el sabor de aquella sustancia me hacía pensar que la necesitaba, además que no quería ver lo que estaba viendo. Hasta que ví a mis amigos convertirse en ser extraños, sin cara, sin ojos, pero ellos decían ser felices. Y trataba de gritarles que dejaran de beber el agua, pero no me escuchaban. Todos estaban amarrados a la fuente de espinas y bronce. Y yo solo quería salir de allí. Ya no quería ser como Ludo, ya no quería vivir aquí. Quería alejarme de todo esto. Y la luz de la Luna se iba apagando. Y las espinas se ataban mas fuerte a mis piernas, y Ludo me trataba de convencer que me quedara. Y le dije “Lo siento mucho, pero yo decido cuando irme”…. “Mejor, más agua para mi”- me dijo mirándome con sus grandes ojeras. Y se perdió en la oscuridad.

Pero aun la puerta no quería abrir. Toque a ver si alguien la abría, y grite y llore. Y vi como la luz se veía por una rendija de la puerta, alguien abrió la puerta y me halo a un lugar más seguro. Sentí como si las espinas me desgarraran las piernas, pero por fin salí de allí. Fue Maya, quien me sacó de aquel horrible lugar. Ella se quedaba hasta tardes horas de la noche curando mis heridas. Fue en ella en quien descubrí la verdadera belleza. Debí haberla escuchado , debí pero ya es pasado.

En este camino de la vida yo soy de los que me tropecé con una piedra y me herí. Aun quedan las cicatrices de aquellas espinas, pero me acuerdan de que por más bueno que algo aparenta ser, puede encontrarse en ellos un oscuro y tenebroso placer.

Cancion para ser escuchada:”Little Lion Man”- Mumford and Sons

Frecuencia





Nunca había pensado en el poder de las palabras. Palabras, si, palabras. Hay palabras para señalar, palabras para ignorar. Palabras para explicar, otras para confundir; palabras para ilusionar y otras para desilusionar. Palabras para hacer feliz, y otras para hacer llorar. Palabras para construir, palabras para destruir. Pero de todas las palabras que se pueden utilizar en una sola frase, se encuentran dos que unidas suelen ser un conjunto agridulce. “Te”, no de beber si no que sin acento, para señalar a una persona, para hacerla sobre salir. Y “Amo”, de amar o de ser el amo o de poseer. En una sola frase “Te Amo”. ¡Ay! Pero que dolor. Es la frase más sutilmente aniquiladora, devastadora, y vil que se pueda haber creado. Y es que al ser mencionada entra por los oídos, hasta llegar al cerebro y se queda allí como un disco rayado. Se repite y se repite, hasta que de tanto repetirse se comienzan a adormecer tus sentidos y quedas ciego, sordo, mudo y con brutalidad momentánea.

Tal vez suene sínica, sarcástica, o estúpida al referirme así a eso que se llama “el amor”. Pero es porque lo he sentido que les hablo de él. Se siente tan bonito escuchar esa frase. Toda la sangre se sube a tus pómulos y quieres saltar de la alegría. Y así vives, en un mundo como de fantasía, caminando entre las nubes, vestida de una suave seda. Cuando me dijeron eso por primera vez quería gritar lo mismo, escribirlo en todas partes. Era como una enfermedad que se apoderaba de mí y me controlaba. Pero alguien un día vio que aquellas palabras que me envolvían en sus brazos eran mentiras. Y me fueron prohibidas, y la profunda ceguera que me produjeron me impedía ver lo que pasaba. Solo son mentiras, mentiras, mentiras, MENTIRAS repetían los que alguna vez taché de embusteros. Y quería negarlo por el dolor que aquellas palabras producían. Y el disco seguía repitiendo la misma canción en mi mente, pero esta vez con un tono de burlón. Y lloré, porque descubrí que las rosas tienen espinas, y me hirieron. Me hirieron porque dejé que me hirieran, por descubrir lo que las hacen tan bellas. ¡Estúpida curiosidad ingenua! Y me costó trabajo borrarlas y arrancarlas de las paredes a aquellas palabras. Y me fui volviendo piedra, a prueba de espinas.

Si las vuelvo a escuchar, simplemente rebotan y se vuelven eco en el aire. Como si fuesen solo el viento. Pero quisiera volverlas a escuchar aunque sea solo un momento para poder sentir lo que sentía. Algún día vendrá alguien con palabras lo suficientemente poderosas que pueda romper esta capa dura que me rodea. Pero esta vez tendré cuidado al pronunciarlas y la esperanza de que sean verdaderas. Y sé que dicen, pero es que ella es masoquista, pero si muero de algo, que sea de amor, porque solo con él la vida algo más que vida. La vida es un placer, y un camino que aunque con espinas y tropiezos todo parece ser bello. Porque como el día cuando atardece, así me siento yo. Entre la luz y la oscuridad, entre el calor y el frio. En el medio. Pero aún estando en el medio, queda la esperanza de un nuevo y mejor día.

Canción para ser escuchada: "Chasing Pavements"- Adele

"Cosmic Love" – Florence and the Machine